Según confirman fuentes próximas a la operación, la propuesta supera así en casi 25 millones a la presentada el pasado 11 de diciembre por parte de la compañía ucraniana MHP, de 200 millones sin deuda. Fuertes había iniciado ya negociaciones con Uvesa de forma previa pero no ha sido hasta ahora cuando se ha decidido a presentar su propia oferta, que ha sido enviada además por carta a los 1.500 socios de Uvesa. Aunque la compañía murciana tiene, por ejemplo, una cuota de mercado del 40% en el sector del pavo, en el del pollo, su participación es residual. De este modo, si consiguiera cerrar la compra se haría de golpe con un 15% del mercado, quedando solo por detrás de la catalana Vall Companys, que acapara más del 22% tras la compra de Sada a Nutreco. Uvesa es uno de los mayores grupos en el mercado en la industria alimentaria española con operaciones consolidadas en los sectores avícola y porcino. La compañía, con sede en Tudela (Navarra), emplea a 2.000 personas y alcanzó en 2023, el último ejercicio con cuentas disponibles, una facturación de 600 millones de euros y un beneficio de 27 millones. Dispone de salas de incubación en Tudela y Burgos, además de plantas procesadoras en distintas comunidades autónomas, trabajando, entre otras, para cadenas como Mercadona. El Grupo Fuertes alcanzó una facturación de 2.502 millones de euros en 2023, lo que supone un 7% más. La dueña de El Pozo logró, además un beneficio consolidado de 155,4 millones de euros, más del doble respecto a los 73 millones conseguidos el año anterior.
Si logra cerrar la compra de Uvesa, Fuertes superaría así los 3.100 millones de facturación y se consolidaría como la segunda empresa del mercado, solo por detrás de Vall Companys. Para ello tendrá que recibir antes, no obstante, la luz verde de los accionistas de Uvesa, que todavía no se han pronunciado ni siquiera sobre la propuesta de MHP. Esta compañía, que factura más de 3.000 millones de euros, opera en Ucrania y Europa del Este a través de su filial Perutnina Ptuj, y cuenta con una planta de despiece en los Países Bajos, una joint venture en Arabia Saudí y centros de ventas y distribución en Oriente Medio (Emiratos y Arabia Saudita), así como en el Reino Unido. La oferta se había articulado como si Uvesa fuera una cotizada, condicionada a la aceptación del 50,01% del capital.