Del 28 de marzo al 9 de julio en las salas A y B del edificio Jerónimos, los visitantes de esta exposición, que cuenta con la colaboración del Städel Museum, tendrán la oportunidad de contemplar importantes realizaciones poco vistas fuera de sus localizaciones habituales, como el imponente Triunfo de Job, procedente de la catedral de Nôtre-Dame de París, junto a otras más renombradas, como la Inmaculada Concepción del Metropolitan Museum of Art de Nueva York; la Cleopatra de The Royal Collection de Londres, Dibujo y color del Musée du Louvre de París; o Salomé con la cabeza de San Juan Bautista y Magdalena penitente de las las Gallerie Nazionale d’Arte Antica di Roma (Palacios Barberini y Corsini).
A estas y otras obras maestras se unen las del propio Museo del Prado, muchas expresamente restauradas para la ocasión como San Sebastián, Hipómenes y Atalanta, Muchacha con una rosa o Virgen de la silla.
En esta exposición se podrán contemplar por primera vez la obra Hipómenes y Atalanta conservada en el Prado junto a la versión de Capodimonte; San Sebastián, tal y como lo concibió el artista, despojado del gran repinte que ampliaba el paño de pureza que cubría su cuerpo; La predicación de San Juan Bautista perteneciente a las Madres Agustinas de Salamanca, recién incorporada al catálogo del artista; o la inédita Baco y Ariadna, de una colección particular suiza.
Esta amplia representación de la obra de Reni será expuesta en estrecho diálogo con una selección de pinturas y esculturas de otros autores que pretenden poner de manifiesto las influencias principales que el maestro recibió en la forja de su personalidad y las que ejerció en otros creadores de su tiempo. Asimismo, una notable selección de dibujos de Reni permitirá valorar la riqueza y belleza de su proceso creativo.
Esta iniciativa expositiva, también, pone de manifiesto la renovada vivacidad de los estudios sobre este gran pintor del siglo XVII, cuya fama e influencia se extendió no solo por la Italia de aquel siglo sino también por diversas zonas de Europa –incluida la Península Ibérica–, ofreciendo sus creaciones un canon estético que fascinó a varias generaciones sucesivas de artistas. Las recientes aportaciones historiográficas han permitido arrojar nueva luz sobre el pintor: un mejor conocimiento de su biografía para abordar la relectura científica de su personalidad a través de los diversos contextos históricos y artísticos en los que transcurrió su vida.