El repunte con respecto a abril de 2022 fue del 7,22%, ya que el precio medio hace un año se situó en los 1.906 euros por metro cuadrado. La subida del precio de la vivienda no da tregua. “A pesar del encarecimiento de los préstamos hipotecarios, el valor del metro cuadrado no para de ascender, y son escasas las capitales en las que no resulte más caro comprar ahora que hace un año”, comenta Font, director de Estudios de pisos.com. El experto confía en que el enfriamiento de los precios se haga notar en los próximos meses: “A lo largo de 2023, lo lógico es que se vayan suavizando los repuntes, y que abandonen los porcentajes de dos dígitos porque no son sostenibles”. En este sentido, apela a “la inflación que está afectando a las familias y al agotamiento del ahorro”, además de “las peores condiciones financieras que ofrecen los bancos”.
Las regiones más caras en abril de 2023 fueron Baleares (4.045 €/m²), Madrid (3.441 €/m²) y País Vasco (2.970 €/m²) y las más baratas Extremadura (804 €/m²), Castilla-La Mancha (864 €/m²) y Murcia (1.157 €/m²). Interanualmente, los repuntes más llamativos se dieron en Baleares (20,30%), Canarias (11,98%) y Comunidad Valenciana (11,81%), no registrándose ajustes en esta comparativa.
Baleares fue la provincia más cara con 4.045 euros por metro cuadrado, seguida de Madrid (3.441 €/m²) y Guipúzcoa (3.356 €/m²). En el lado opuesto estuvo Ciudad Real, que cerró la clasificación con 654 euros por metro cuadrado. Otras provincias económicas fueron Jaén (708 €/m²) y Cuenca (763 €/m²). Los incrementos más abultados de un año a otro se localizaron en Baleares (20,30%) Santa Cruz de Tenerife (16,84%) y Alicante (15,94%). Las únicas bajadas las arrojaron Toledo (-1,53%), Huesca (-1,29%) y Córdoba (-0,56%).
La capital más cara fue Donostia-San Sebastián, con 5.754 euros por metro cuadrado. Por detrás se situaron Madrid (4.562 €/m²) y Barcelona (4.446 €/m²). Jaén fue la más asequible, con un precio de 1.100 euros por metro cuadrado. Otras capitales baratas fueron Ciudad Real (1.177 €/m²) y Lleida (1.205 €/m²). Las subidas más intensas frente a abril de 2022 se produjeron en Palma de Mallorca (19,21%), Alicante (18,22%) y Santa Cruz de Tenerife (15,47%). Las que más bajaron fueron Huesca (-15,57%), Zamora (-4,16%) y Girona (-2,80%).
Según el informe mensual de precios de venta de pisos.com, la vivienda de segunda mano en Madrid en abril de 2023 tuvo un precio medio de 3.441 euros por metro cuadrado. Esta cifra registró un ascenso del 1,74% frente a marzo, el quinto más marcado de España. Interanualmente, se produjo una subida del 7,29%, la séptima más relevante del país. Madrid fue la segunda autonomía más cara, solo por detrás de Baleares (4.045 €/m²). En cuanto a la vivienda de segunda mano en España, en abril de 2023 registró un precio medio de 2.043 euros por metro cuadrado, arrojando un ascenso mensual del 1,35%. De un año a otro, la cifra registrada marcó una subida del 7,22%.
Según el citado análisis, la vivienda de segunda mano en Cataluña en abril de 2023 tuvo un precio medio de 2.621 euros por metro cuadrado. Esta cifra supuso un ascenso mensual del 0,99%. Interanualmente, creció un 4,04%. Cataluña fue la cuarta autonomía más cara, por detrás de Baleares (4.045 €/m²), entre otras. En cuanto a la vivienda de segunda mano en España, en abril de 2023 registró un precio medio de 2.043 euros por metro cuadrado, arrojando un ascenso mensual del 1,35%. De un año a otro, la cifra registrada marcó una subida del 7,22%.
En otro orden de cosas, el 59% de los compradores de vivienda se ha visto afectado por la subida de la inflación, de los que un 28% ha decidido parar el proceso de adquisición. Así lo reflejan los datos del último estudio de Fotocasa, el cual revela que, en la actualidad, el 31% restante de los encuestados se está planteando parar la compra de su vivienda ante la escalada de los precios.
En agosto de 2022, cuando comenzaron a registrarse precios máximos históricos, el 34% de los ciudadanos aseguraba que sus pretensiones de compra o alquiler se habían visto afectadas por la inflación, porcentaje que se ha moderado levemente al marcar un 33% este mes.
Matos, directora de Estudios y portavoz de Fotocasa, ha destacado que el aumento de la inflación «no solo provoca que los ciudadanos perdamos poder adquisitivo y que, por lo tanto, nos veamos obligados a desechar la idea de comprar o de alquilar», sino que sus efectos colaterales como la subida de tipos por parte de los bancos centrales «también dificultan el acceso a la financiación al endurecer las condiciones de los préstamos hipotecarios». Además, también ha recordado que «los demandantes de compra frustrada se refugian en el alquiler, poniendo más presión sobre la escasa oferta, lo que eleva el precio de salida de los nuevos contratos».
No obstante, en cuanto a los demandantes de alquiler el porcentaje que se ha visto afectado disminuye a un 55%, con un 29% que ha parado el proceso y un 26% que se lo ha llegado a plantear. Este porcentaje de ciudadanos afectados por la inflación sí marca datos significativamente más elevados que en agosto de 2022, cuando registraba un 47%.