El repunte con respecto a mayo de 2022 fue del 6,74%, ya que el precio medio hace un año se situó en los 1.923 euros por metro cuadrado.
Con una inflación que va remitiendo, pero marcando unos valores todavía altos, la trayectoria del precio de la vivienda imita esta moderación, arrojando repuntes suaves. “El efecto de la subida de los tipos de interés no condicionará de forma radical al mercado”, asegura Ferran Font, director de Estudios de pisos.com. “Es verdad que las hipotecas son más caras y las condiciones más exigentes, lo que provocará que algunos compradores den un paso atrás, pero los cambios en la financiación pasarán de largo por los precios”. El experto sostiene su previsión en las características de la oferta: “El producto es escaso en determinadas plazas, y aunque haya cierto trasvase desde el alquiler por la nueva normativa, los ajustes quedarán limitados a lugares donde no haya presión por parte de la demanda”.
El residencial sigue siendo el activo por excelencia dentro del sector inmobiliario. “Ser propietario es algo que está en la agenda vital de cualquier persona; se tardará más o menos en convertirlo en realidad, pero al final tener una casa está en nuestro ADN”, revela Font. El portavoz del portal inmobiliario señala que hay que avanzar en la “creación de mecanismos que permitan acceder a este mercado en unas condiciones atractivas, sin olvidar que el cliente, aunque puede encajar en un tipo medio, es muy diverso y reclama soluciones personalizadas”.
Las regiones más caras en mayo de 2023 fueron Baleares (4.127 €/m²), Madrid (3.450 €/m²) y País Vasco (2.974 €/m²) y las más baratas Extremadura (807 €/m²), Castilla-La Mancha (864 €/m²) y Murcia (1.173 €/m²). Interanualmente, los repuntes más llamativos se dieron en Baleares (22,24%), Comunidad Valenciana (12,07%) y Andalucía (9,98%), no registrándose ajustes en esta comparativa.
Baleares fue la provincia más cara con 4.127 euros por metro cuadrado, seguida de Madrid (3.450 €/m²) y Guipúzcoa (3.378€/m²). En el lado opuesto estuvo Ciudad Real, que cerró la clasificación con 635 euros por metro cuadrado. Otras provincias económicas fueron Jaén (707 €/m²) y Cáceres (764 €/m²). Los incrementos más abultados de un año a otro se localizaron en Baleares (22,24%), Málaga (17,57%) y Alicante (16,51%). Las únicas bajadas las arrojaron Cáceres (-2%), Ciudad Real (-1,36%), Córdoba (-0,22%) y Segovia (-0,01%).
La capital más cara fue Donostia-San Sebastián, con 5.762 euros por metro cuadrado. Por detrás se situaron Madrid (4.569 €/m²) y Barcelona (4.498 €/m²). Jaén fue la más asequible, con un precio de 1.128 euros por metro cuadrado. Otras capitales baratas fueron Ciudad Real (1.172 €/m²) y Zamora (1.208 €/m²). Las subidas más intensas frente a mayo de 2022 se produjeron en Palma (20,80%), Alicante (19,36%) y Ávila (16,24%). Las únicas que bajaron fueron Huesca (-10,73%), Santander (-5%), Zamora (-3,72%) y Girona (-1,67%).