El también conocido como el aceite de maravilla, que lleva en descenso desde mediados del año pasado, ha experimentado una rebaja de su valor del 37,5% entre septiembre del 2022 y el mismo mes de este año, cuando se ha situado en 133,4 euros/100kg. Hasta enero todavía estaba experimentado un crecimiento significativo, en concreto de un 6,4%, pero desde entonces no para de caer debido, según explican en el sector, al alto volumen de producción internacional.
El precio del aceite de oliva virgen extra en origen, por su parte, ha batido un nuevo récord y presenta ya tasas de crecimiento del 111,5% entre septiembre del año pasado, cuando tenía valía 336,1 euros/100 kg, y a día de hoy ya supera los 828 euros/100kg, un valor sin precedentes. Ante esta situación y la pérdida de poder adquisitivo que han experimentado los hogares españoles, no es de extrañar que se haya apostado por el, hasta ahora, patito feo del aceite como alternativa al oliva. De hecho, un informe del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ya informaba de una cambio en la tendencia de consumo de los diferentes aceites.
Aunque su consumo también está cayendo, el aceite de girasol gana relevancia en los hogares españoles al llegar ya en abril a representar el 33,1 % del volumen total frente al 18,6% que representaba en el mismo mes de 2022. Además, también destaca el consumo del resto de aceites donde ya estaba «creciendo la demanda del aceite de orujo un 32,5%, de semilla un 10,4%, y el de maíz un 8,1%».