Tras una ardua evaluación sobre la posibilidad de que la adquisición del 80% del capital de la compañía del grupo Globalia por parte del ‘holding’ hispano-británico -matriz de Iberia y Vueling entre otras- pueda ejercer un abuso de mercado, el regulador de Brasil descarta preocupaciones de competencia en las rutas que unen las ciudades de Brasil con Europa como aquellas que conectan el ‘hub’ de Madrid-Barajas con Río de Janeiro-Galeão y Salvador de Bahía; o Londres con Río y São Paulo-Guarulhos, el aeropuerto más emblemático del país.
La investigación ha contado con la intervención del conglomerado de aerolíneas más grande de América Latina, Latam Airlines. El grupo con sede en Chile presentó en enero una solicitud de intervención en calidad de tercero interesado y el regulador accedió a su petición. En su reclamo, Latam solicitó que se analice el impacto en la competencia en las rutas trasantlánticas, con especial énfasis en la ruta que une São Paulo y Madrid.
En su examen, el CADE extrae casi una decena de conclusiones sobre la queja planteada por el gigante chileno. Entre ellas, destaca que «no existen impedimentos ni incentivos para interrumpir el acceso a ninguno de los destinos dentro de Europa que actualmente ofrecen los solicitantes (IAG y Air Europa) y sus competidores, debido a la capilaridad de las redes de otras empresas europeas». Además, concluye que en la ruta São Paulo y Madrid existe rivalidad efectiva, lo que es capaz de «mitigar el riesgo de que las demandantes actúen en perjuicio de los consumidores y competidores».
Asimismo, el regulador pone en relieve que la portuguesa TAP «tiene una participación importante en las rutas indirectas de São Paulo con Madrid y Barcelona, además de dar acceso a los destinos más demandados por los consumidores brasileños dentro del territorio español» y destaca que Air China, que tenía el 13,6% de cuota en la ruta São Paulo-Madrid en 2018, volverá a operarla a partir del próximo domingo 28 de abril.
Por último, concluye que al tratarse de rutas con mayor sensibilidad al precio, habría pocos incentivos para aumentar el precio de los boletos aéreos ofrecidos por las demandantes después de la conclusión de la operación, en particular dada la existencia de rutas alternativas para acceder al continente europeo, así como a los principales destinos del interior de España.
El dictamen emitido desde la superintendencia del CADE puede volver a realizarse si su tribunal si considera que se necesita un análisis más profundo de los impactos de la operación sobre la competencia. Cabe resaltar que el regulador brasileño no intervino cuando el grupo que dirige Luis Gallego se hizo con el 20% de Air Europa en 2022 puesto que no se cumplieron los criterios mínimos de facturación, que sí se rebasan en esta ocasión. No obstante, esta no es la única supervisión a la que está sometida la concentración más allá de Bruselas, su aprobación también pasa por las autoridades de competencia de otros países como Alemania o Reino Unido.