Además, la favorable evolución seguida por la estadística de salarios negociados elaborada por el BCE (3,6% interanual en el 2T vs. 4,7%) reduce el riesgo de tensiones inflacionistas de segunda ronda.
La inflación general cayó 0,4 p. p., hasta el 2,2%, mientras que la núcleo se muestra más estable y apenas desciende 0,1 p. p., hasta el 2,8%.Entre las grandes economías del área, el descenso de la inflación general armonizada fue generalizado: Alemania –0,6 p. p., hasta el 2,0%; en Francia –0,5 p. p., hasta el 2,2%; en Italia –0,3 p. p., hasta el 1,3%; y en España –0,5 p. p., hasta el 2,4%.
El descenso de la inflación general de 0,4 p. p., hasta el 2,2%, responde, en gran medida, a la notable caída en los precios de la energía (–3,0% vs. 1,2%), pero también al continuado abaratamiento de los bienes (0,4% vs. 0,7%), que registran el menor ritmo de crecimiento interanual desde marzo de 2021, lo que es una buena noticia, ya que muestra indicios de que el proceso desinflacionista empieza a extenderse a más componentes de la cesta. Además, la favorable evolución seguida por la estadística de salarios negociados elaborada por el BCE (3,6% interanual en el 2T vs. 4,7%) reduce el riesgo de tensiones inflacionistas de segunda ronda.Sin embargo, la inflación en servicios sigue mostrando una notable resistencia a bajar y en agosto incluso repunta 0,2 p. p., hasta el 4,2%, máximo desde octubre de 2023. No obstante, hay que señalar que buena parte de esta fuerte subida refleja el encarecimiento sufrido por los servicios en Francia a consecuencia de la celebración de las Olimpiadas en París, por lo que cabe esperar que la inflación en servicios en la eurozona se modere en los próximos meses, si bien, a un ritmo lento.De hecho, las expectativas de precios que manejan distintos agentes y que publica la Comisión Europea parecen apuntar a cierta estabilidad en los próximos meses, con una clara divergencia por sectores: en agosto, tan solo las expectativas de precios en la industria se encuentran por debajo de su media histórica, mientras que en servicios, comercio minorista y entre las familias están claramente por encima. Estos factores aconsejan cierta cautela a la hora de «celebrar» la victoria sobre la inflación, ya que sigue por encima del objetivo del 2,0% y el recorrido de esa «última milla» está siendo especialmente lento. De hecho, no se puede descartar que la inflación general suba de nuevo en los meses finales del año por un efecto base en energía.
Con todo, el descenso que viene mostrando la inflación en el actual contexto de enfriamiento de la actividad permitirá que el BCE recorte en 25 p. b. los tipos de nuevo en septiembre, movimiento que está totalmente descontado por el mercado. La evolución que muestre la inflación en los próximos meses, sobre todo en servicios, determinará el ritmo y la intensidad de las futuras bajadas del BCE.