En ningún momento se mencionaba al presidente del Gobierno. No obstante, dos días después, el sábado, Don Felipe mantuvo un despacho extraordinario con el presidente del Gobierno para analizar lo sucedido en Valencia y, al parecer, fue en ese momento, cuando Sánchez decidió sumarse a la visita,
Probablemente, Sánchez pensaba que la única forma que tenía de visitar la zona era escudándose en los Reyes, pero en esta ocasión la indignación de la gente se ha desbordado ante unas autoridades que han abandonado a los vecinos en los peores momentos de la historia reciente.
Pero lo más grave de todo ha sido la reacción del presidente del Gobierno, que en lugar de quedarse dando la cara, ha dejado solos a los Reyes para que afrontaran ellos la indignación de la gente, a pesar de que Don Felipe lleva desde el primer momento pidiendo a los gobernantes que no escatimaran medios y que dejaran trabajar a las Fuerzas Armadas en las labores de rescate y ayuda a los afectados.
Aunque era previsible que la gente se indignara ante la presencia de Sánchez, los Reyes no podían evitar su presencia, porque todos sus actos oficiales deben estar refrendados por el Gobierno. Así lo establece la Constitución de 1978. Por eso, siempre acuden acompañados por el presidente del Gobierno o un ministro de jornada.