Pero esta última tasa de crecimiento, la más baja desde el primer trimestre de 2021, refleja, aun así, un gran desalineamiento con la evolución de las horas trabajadas. De hecho, según el INE, durante el tercer trimestre del año el número total de horas efectivas semanales trabajados se ha situado en 617,28 millones, lo que supone un crecimiento de solo un 0,52% respecto a las correspondientes al mismo trimestre del año anterior. Es decir, el ritmo al que se ha creado empleo en el último año (+1,76%) más que triplica el ritmo de aumento de las horas trabajadas (+0,52%).
Cuando dichas cifras se desagregan por sectores, sale a la luz algunos casos muy llamativos. Un ejemplo es el del sector de los ‘Hogares como empleadores’ (empleo doméstico). En dicho sector se ha medido una caída del empleo en el último año de un 4,33%, pero las horas trabajadas han caído de forma mucho más intensa, un 16,56%. Otro caso es el de la Industria Manufacturera, donde el número de ocupados ha crecido durante el último año un 1,29% pero las horas trabajadas no han crecido, sino que han disminuido un 1,57%.
Por el contrario, sí se observan sectores donde la evolución es bastante coherente, como puede ser el de Banca y Seguros, donde la ocupación en el último año ha descendido un 10,15% y las horas trabajadas han disminuido un 10,59%