El deterioro de la actividad manufacturera de España en abril responde a una caída adicional de los nuevos pedidos y a la ralentización de la producción, lo que llevó a una reducción de la actividad de compras y de los inventaros a medida que las empresas ajustaron las cargas de trabajo, mientras que las condiciones del mercado contribuyeron a aliviar las presiones de la inflación y el suministro. Cyrus de la Rubia, economista jefe de Hamburg Commercial Bank, destaca que la recuperación del sector manufacturero en España que había comenzado a principios de año se ha interrumpido en abril. No obstante, el experto subraya que las empresas manufactureras han seguido aumentando sus plantillas, incluso a mayor ritmo que el mes anterior, mientras que, por segundo mes consecutivo, disfrutaron de precios más bajos.
“En general, cabe señalar que continúa el débil impulso que ya se observa en el sector manufacturero español desde principios de 2021. No obstante, el crecimiento del empleo y una cartera de pedidos históricamente alta son indicadores de que, después de todo, no debería observarse una recesión en este sector a corto plazo”, añade.
El deterioro de la actividad de las fábricas de la zona euro se ha agravado en abril, cuando el índice PMI ha caído hasta los 45,8 puntos desde los 47,3 del mes anterior, lo que representa la peor lectura del dato en 35 meses. “Esta debilidad probablemente tiene que ver con el hecho de que muchas empresas hicieron acopios masivos de inventarios debido a las tensiones que afectaron a las cadenas de suministro durante mucho tiempo y ahora están descubriendo que se excedieron en su precaución”, apunta de la Rubia.
En este sentido, la encuesta manufacturera de abril muestra “evidencias claras de exceso de capacidad”, ya que los pedidos pendientes de realización cayeron por undécimo mes consecutivo y al mayor ritmo desde noviembre del año pasado, mientras que la actividad de compra de las empresas también disminuyó ante unas menores necesidades de producción.
Por otro lado, de cara al futuro, los fabricantes de la zona euro se mostraron optimistas respecto al crecimiento a lo largo de los próximos doce meses, lo que se reflejó en una mejora de la confianza y en el aumento de la fuerza laboral por vigésimo séptimo mes consecutivo, aunque la tasa de creación de empleo fue la más lenta desde febrero de 2021.