Dependiendo de la cobertura elegida –Todo Riesgo con Franquicia (TRF), Terceros Ampliado (TA) o terceros– las diferencias pueden llegar a más de 60 euros de incremento en 18 meses, según los datos aportados por el Observatorio de Seguros de Auto, realizado por Rastreator, al que este medio ha tenido acceso de forma exclusiva.
Los productos a terceros son los que más crecimiento han mostrado en este año y medio: un 19,88%, seguido de los de TRF, que son un 19,17% más caros que en enero de 2023. Los TA se encarecen algo menos, un 15,28%. Si se comparan precios, la brecha se ve más clara: una persona que tenga contratada una póliza TRF ha pasado de pagar 319 euros a 380, y otra que tenga el coche a terceros desembolsaba 237 euros y ahora deberá abonar 284.
La subida de precios es desigual según la edad. Los jóvenes son los que pagan más por sus pólizas (hasta 450 euros por un TRF), pero las personas entre 35 y 44 años han sido los más afectados por la inflación: hasta un 19% los de todo riesgo y un 18% a terceros. Los más mayores son, sin embargo, a los que más se les ha subido el seguro a terceros: casi un 20%.
El tipo de vehículo también determina cuánto pagar por el seguro. Además de la antigüedad, que se penaliza en la pólizas a todo riesgo, siendo los coches de segunda mano los más caros, el combustible utilizado también influye. En este caso, para un TRF, los de gas licuado son los más baratos (293,41 euros), seguidos de los de gasolina (348,14 euros). No obstante, los que más inflación han protagonizado han sido los híbridos y eléctricos (22%). A pesar de ser los vehículos más jóvenes del parque, Rastreator apunta que se ven penalizados por los grandes costes de reparación, aunque vayan con menos frecuencia al taller, así como suma que circulan mucho más por ciudad que por carretera.