La evolución de la balanza por cuenta corriente en el año 2022 se explica por la mejora del superávit de la balanza de bienes y servicios, especialmente por los ingresos derivados del turismo. No obstante, se registra un aumento del déficit de las rentas primaria y secundaria. En concreto, la balanza de bienes y servicios presentó un superávit de 22.400 millones de euros en 2022, frente a los 17.900 millones del año anterior. Dentro de ésta, el superávit de turismo y viajes se disparó más de un 163%, hasta los 49.500 millones, en contraste con los 18.800 millones de enero-diciembre de 2021.
Por otra parte, la balanza de rentas primaria (rentas de trabajo, de la inversión, impuestos sobre producción y la importación y subvenciones) y secundaria (transferencias personales, impuestos corrientes, cotizaciones y prestaciones sociales, etc.) registró un déficit de 10.700 millones de euros, por encima del desajuste de 6.400 millones entre enero y diciembre de 2021.
El saldo de la cuenta de capital, por su parte, elevó su superávit entre enero y diciembre del año 2022 hasta los 13.200 millones, frente a los 10.900 millones de euros del ejercicio anterior. Los datos correspondientes únicamente al mes de diciembre muestran un superávit de 1.700 millones de euros, que contrasta con los 100 millones registrados el mismo mes de 2021.
La capacidad de financiación crece más de un 11%
Así, el saldo agregado de las cuentas corriente y de capital, que determina la capacidad o necesidad de financiación de la economía española, registró un superávit de 25.000 millones de euros entre enero y diciembre, un 11,6% más que los 22.400 millones registrados en el mismo periodo de 2021.
Según destacan desde el Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, la capacidad de financiación de 25.000 millones de euros en 2022 –aproximadamente el 1,8% PIB– muestra que, incluso en un entorno internacional muy complejo, «el país ahorra y mejora su posición deudora respecto al resto del mundo».
Además, el Departamento que dirige Nadia Calviño señala que con estos datos se confirma la resiliencia del sector exterior español que en un contexto de fuertes aumentos de los precios energéticos internacionales y en marcado contraste con situaciones anteriores similares, registra un superávit en su cuenta corriente de naturaleza estructural.
Y es que los ingresos por exportaciones de bienes y servicios alcanzan un máximo histórico de 552.000 millones de euros, 117.000 millones más que en 2019.
Entre los factores que han contribuido positivamente a alcanzar el superávit destacan el aumento de cuota de las exportaciones españolas de bienes y el empuje del turismo extranjero, que está alcanzando niveles de actividad incluso superiores a los registrados en el periodo anterior al Covid-19. «Las medidas energéticas adoptadas en 2022 han sido eficaces a la hora de contener los costes de producción, impulsando la competitividad -precio de las exportaciones españolas», subrayan fuentes del Ejecutivo.
Entrada de capitales
Por otro lado, en 2022 España registró entrada de capitales por valor de 12.400 millones, frente a la salida de 7.500 millones de un año antes.
La salida o entrada de capitales es un saldo que resulta de tener en cuenta lo que los residentes españoles invierten fuera del país y lo que los extranjeros destinan a España en ese mismo periodo
El ahorro cae en picado
En enero, los depósitos de ahorro ha sufrido un descenso de volumen histórico, por 13.180 millones de euros, que supera la que hasta ahora era la mayor retirada mensual de la serie histórica: los 10.426 millones de euros que sacaron los ahorradores de sus bancos en julio de 2012, en pleno rescate a la banca española.
Las salidas en los depósitos, según los datos del Banco de España, coinciden con un momento de desaceleración económica en el que los hogares acusan los meses de continuo ascenso de precios y comienzan a echar mano de los ahorros. Pero el descenso refleja especialmente la búsqueda de rentabilidad que han emprendido los ahorradores a la vista de la nula remuneración por los depósitos.
Los depósitos de los hogares habían superado en diciembre por primera vez el billón de euros, con un aumento en el mes de 14.106 millones de euros. Esta subida en el último mes del año tiene un fuerte componente estacional. Es decir, el recorte del volumen de enero no tiene precedentes y se ha visto acelerado, según señalan fuentes financieras, por el trasvase de ahorro a letras del Tesoro y fondos de renta fija, las grandes alternativas para el ahorro conservador en su búsqueda de rentabilidad.
Por otra parte, en enero, las suscripciones netas en el conjunto de los fondos de inversión alcanzaron los 3.677 millones de euros, con especial captación entre las familias más conservadoras. Así, los fondos de renta fija registraron entradas netas por 2.724 millones de euros y los de rentabilidad objetivo, por 1.043 millones, según los datos de Inverco. Los fondos de rentabilidad objetivo son una de las grandes apuestas comerciales de los bancos en el inicio de año y presentan el mayor incremento patrimonial en el mes, del 10,1%. Su auge en 2023 ha llevadoa la CNMV a vigilar su comercialización, en la que debe quedar claro que la rentabilidad que se publicita es una expectativa y no está garantizada.
Es decir, la venta de fondos ha arrancado con fuerza el año, gracias en buena parte a la mayor exigencia que ahora reclama el ahorrador a su banco. Fuentes financieras reconocen que la fiebre por las letras del Tesoro ha llevado de nuevo al cliente a la oficina bancaria, donde a menudo ha terminado por contratar un fondo. La tenencia de letras por parte de los particulares se disparó en diciembre, según los últimos datos disponibles, a los 1.826 millones de euros. Las cifras de enero recogerán la fuerte demanda vista en las subastas del Tesoro, hacia las que los particulares están derivando unos depósitos que tan solo rentan el 0,42% en plazos inferiores a un año, a cierre de 2022.