La mejora de los intereses ofrecidos, en línea con las últimas subidas de los tipos de interés por parte del BCE, ha mantenido el apetito inversor de los mercados por los títulos españoles, ya que la demanda conjunta de ambas referencias casi ha llegado a duplicar lo adjudicado, con unas solicitudes de 9.365 millones de euros. En concreto, el Tesoro ha colocado 1.003,52 millones de euros en letras a seis meses, frente a una demanda de 2.734,20 millones de euros, y ha ofrecido una rentabilidad marginal del 3,665%, algo por encima del 3,629% de la emisión previa y alcanzando su nivel más elevado desde julio de 2012.
En la subasta de letras a doce meses el organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos ha adjudicado 3.835,27 millones de euros, con unas peticiones de 6.630,95 millones por parte de los inversores, y el interés marginal se ha colocado en el 3,682%, por debajo del 3,804% anterior.
Tras la subasta del jueves, el Tesoro volverá a los mercados el miércoles 16 de agosto –el martes 15 es festivo– con una emisión de letras a tres y nueve meses que cerrará el mes. Y es que, como viene siendo habitual en los meses de agosto, el organismo público ha decidido cancelar una subasta, en este caso de bonos y obligaciones del Estado, que estaba prevista para el 17 de agosto.
Los particulares compraron el 43% de las letras a 6 meses
Tras conocerse los datos de la subasta se puede afirmar que la rentabilidad de la letras a 12 meses cayó hasta el 3,68%, frente al 3,8% del pasado mes de julio. El capital adjudicado fue de 3.835,28 millones€, con una demanda de 1,73 veces la emisión.
Por su parte, el rendimiento de las Letras a 6 meses superó ligeramente al de la anterior subasta, alcanzando el 3,63% (3,62% en julio). El capital adjudicado fue de 1.003,52 millones de euros y la demanda cubrió 2,72 veces la emisión.
Los inversores particulares volvieron a demostrar un gran interés por la deuda española, ya que en las Letras a 6 meses se adjudicaron el 43% de la emisión y en las de 12 meses el 23%, una subida significativa respecto al mes anterior. La especulación sobre el final de las subidas de tipos y la baja rentabilidad que continúan ofreciendo las entidades bancarias han vuelto a disparar la demanda de un activo que en estos momentos cubre la inflación en España, aunque se espera un repunte hasta el 2,3% desde el 1,9% en los datos de IPC correspondientes al mes de julio que publicarán el viernes 11 de agosto.
La prima de riesgo española se encuentra en los 106 puntos básicos, 3 puntos por debajo de los niveles en los que empezó el año. La rentabilidad del bono a 10 años ofrece un 3,5%, también por debajo en el acumulado del año. El proceso electoral no ha tenido un impacto significativo y la incertidumbre sobre la formación del próximo gobierno no se ha trasladado a los mercados de deuda. El Tesoro español podría dejar de recibir los fondos de recuperación europeos hasta que conforme una nueva coalición, algo que podría aumentar las necesidades de financiación, que a principios de año se estimaron en 70.000 millones de euros.