El lado positivo es que las compañías son menos vulnerables respecto a la salida de la crisis de financiera y de deuda. Antes de la pandemia este resultado fue de 24,6%, mientras en el momento más crudo para la economía más del 35% de empresas tenía resultados negativos y el promedio es del 29%. Las empresas han tenido luces y sombras en los últimos ejercicios. Los indicadores de vulnerabilidad empresarial se encuentran en niveles «históricamente bajos», especialmente en las empresas medianas y grandes.
• Las empresas dedican sus excedentes a reducir deuda por valor del 25% del PIB desde 2021
• La carga financiera por el coste de intereses de las sociedades se triplica desde en dos años
• La escasa inversión de las empresas compromete el crecimiento económico a largo plazo
Las compañías de mayor tamaño han protagonizado una importante reducción de sus niveles de deuda y hay menos firmas con elevada presión financiera. Y, en general, ha descendido el porcentaje de empresas en pérdidas, con endeudamiento elevado o con presión financiera elevada en comparativa con el histórico de la última década (2014-2023). Destaca el sector del comercio, hostelería y restauración, por ser aquel en el que se redujeron con mayor intensidad los niveles de vulnerabilidad. En sentido contrario, en la rama de energía se observó un cierto empeoramiento en los tres indicadores.
Los excedentes empresariales mostraron un comportamiento favorable en la primera mitad de 2024, siempre con heterogeneidad por sectores. Las empresas han dedicado sus excedentes a reducir grasa los últimos años para pagar la barra libre del boom de comienzo de siglo. Especialmente desde la crisis de deuda de la pasada década, cuando la inestabilidad se adueñó de los balances y el clima empresarial.