Ese año, el trading de materias primas sumó 36.000 millones de dólares. Así lo expone la consultora estratégica Oliver Wyman en su informe ‘Commodity Trading’s $100 Billion Year’. En un contexto marcado por la volatilidad en las cadenas de suministro y los rápidos altibajos en los precios provocados por los efectos de la invasión rusa de Ucrania en 2022, el análisis señala al petróleo y al gas natural como los principales responsables del auge del comercio de materias primas.
“Las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea a la energía rusa provocaron que los flujos de estos hidrocarburos dejaran de dirigirse hacia el oeste, generando la necesidad de atraer el petróleo y el gas natural licuado (GNL) estadounidenses hacia Europa, así como de impulsar la búsqueda de nuevas fuentes para cubrir la demanda energética europea”, señalan los expertos en energía de Oliver Wyman en España y Portugal. “Esto acabó provocando dos grandes consecuencias: por un lado, una desproporcionada subida de precios en la electricidad y, por otro, un mayor interés por las energías renovables para conseguir paliar este déficit energético, impulsando tanto materias primas procedentes de la energía verde, como el gas natural”.
Como consecuencia, el comercio del petróleo llegó a crecer un 55% y el de la electricidad, gas y emisiones aumentó hasta un 90%. El gas natural licuado (GNL), por su parte, alcanzó una subida de hasta un 40%, debido al incremento de la demanda para compensar la escasez de gas por gaseoducto procedente de Rusia.
Si bien es cierto que todos los sectores se han visto alcanzados por este gran crecimiento, los verdaderos protagonistas en esta expansión del mercado internacional de materias primas han sido los traders tradicionales no respaldados por activos, es decir, los independientes, los bancos y los fondos de cobertura, que generan, actualmente, más del 60% de los ingresos del mercado
Actualmente, los operadores independientes representan casi un tercio del mercado concentrado en tan sólo cinco empresas. Los bancos, por su parte, han conseguido resurgir tras años de contracción, llegando a representar casi el 20% del mercado. Este mismo crecimiento también se ha visto contagiado a los fondos de cobertura que, gracias a su vuelta a las materias primas, han acabado representando casi el 10% del mercado.
Estos aumentos del margen de beneficio se vieron respaldados por cuatro factores clave que impulsaron las oportunidades para estos actores comerciales:
Gran volatilidad. Las dramáticas subidas y bajadas de precio del mercado de materias primas en 2022 generaron mayores oportunidades para que los operadores ganaran dinero con la compraventa de la mercancía.
Cambios en los flujos comerciales. Los patrones de transporte de la industria energética cambiaron. Esto supuso que los traders con mayor capacidad para redirigir las cargas y encontrar alternativas destacaran por encima del resto.
Crecimiento estable de la demanda y oferta limitada. La recuperación económica tras el COVID aseguró una alta demanda de materias primas y energía durante todo el año. Este hecho, sumado a la limitada oferta, generó una mayor volatilidad e inflación de los precios, favoreciendo mayores oportunidades para estos operadores.
Aumento significativo de las garantías y de la necesidad de efectivo. La demanda de garantías en forma de efectivo se triplicó en 2022. Esto provocó que muchos operadores se retiraran del mercado por falta de liquidez, mientras que otros aprovecharon la situación para impulsar rendimientos más eficientes del capital.
Además de estas cuatro condiciones, lo que caracterizó y diferenció a los operadores de éxito fueron dos elementos: el tamaño, entendiéndolo desde el punto de vista de los activos, la huella de los flujos y la flexibilidad disponible; y, el acceso flexible de los operadores a su capital y grandes cantidades de efectivo para las operaciones comerciales. No obstante, estos operadores cumplen, además, con tres rasgos comunes que han acelerado su rendimiento en el mercado: una cultura proactiva y ágil, una evolución continua y valentía a la hora de lanzarse hacia nuevos sectores del mercado de materias primas.
De esta manera, los traders que habían estado invirtiendo en tamaño y amplitud son los realmente preparados para llevar a cabo estrategias en términos de cartera y modelos operativos para redirigir las operaciones de materias primas a tiempo real a medida que iban teniendo lugar los acontecimientos en el entorno. Sin embargo, la inteligencia y el análisis también han jugado un papel determinante en este gran auge del mercado de materias primas