Julio marcó un nuevo récord histórico de turistas extranjeros en España, con 10,13 millones. En el mismo mes de 2019 se alcanzaron los 9,87 millones, aunque ahora los dos principales mercados emisores para España, Reino Unido y Alemania, aun están por debajo de aquellas cifras. El registro está un 2,6% por encima del último ejercicio antes de la llegada del Covid, aunque en el acumulado entre enero y julio, el número de visitantes extranjeros es todavía un 0,8% menor al de 2019. Apenas quedan 400.000 turistas alcanzar los 48 millones.
Eso sí, el gasto de los 10 millones de turistas de julio suma 13.853 millones, un 16,4% más que en julio de 2022 y es un 16% superior a ese mismo mes de 2019, según los datos de las encuestas de llegadas de viajeros (Frontur) y del gasto asociado (Egatur), publicadas este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Para las aerolíneas, el pronóstico es positivo. Desde enero a julio de 2023 incluidos ya se ha logrado superar los pasajeros que volaron en el mismo período antes del Covid, en un 1,2% más. En lo que concierne al verano, en junio se acercaron a las cifras alcanzadas en 2019. Se ha recuperado algo más del 9% de los pasajeros que volaron entones (con un total de 26,5 millones de pasajeros en junio de 2023). Pero en julio ya han conseguido superar las cifras del último año antes de la crisis sanitaria. En concreto, en julio se han registrado un 1,2% más de pasajeros que en el mismo mes de 2019.
La Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (CEHAT) manejaba al inicio de la temporada unas previsiones de verano que superan en 0’17 puntos las registradas en un año histórico como fue 2019. La práctica totalidad de los establecimientos ha incrementado sus tarifas.»La temporada de verano de este año la podemos considerar como muy buena y cercana a las cifras de 2019″, dice el secretario general de la Mesa del Turismo, Carlos Abella. Todavía están por debajo de aquellas cifras los mercados británico y alemán, aunque «el mercado nacional ha estado muy bien, incluso por encima de 2019». Las buenas perspectivas para el conjunto del año no se limitan a las ocupaciones, sino también al volumen de ingresos, por la subida de precios.
«Seguramente estará por encima de 2019, aunque no así la rentabilidad por el incremento de costes, que ha sido superior al incremento de los precios», explica. Pese a la caída que sigue registrando un mercado tan importante como el alemán como efecto de la inflación, el punto positivo es que «ahora se está incrementando el número de reservas para los meses de septiembre y octubre, quizás buscando un mejor precio que en la pura temporada alta», comenta Abella. Por eso, la expectativa es cerrar el año con casi el mismo nivel que en prepandemia en un mercado que está alrededor de un 8% por debajo de aquel umbral.
Lo que sí que se ha notado como consecuencia del incremento de precios es una reducción en el número de estancias. Es decir, la gente no deja de viajar pero pernocta alguna noche menos. «A pesar del ahorro acumulado por la pandemia y que el deseo de viajar sigue intacto, los bolsillos se resiente y la estancia media se ha reducido respecto a años anteriores», abunda Abella. Pese a ello, calcula que en el número de pernoctaciones global (extranjeros y nacionales) se podrán superar las cifras de 2019. Y en los internacionales, quizás se quede un poco por debajo del último año previo a la pandemia.
Compañías como Meliá aseguran estar manteniendo una tendencia positiva en sus hoteles vacacionales en España (Baleares, Canarias y costas peninsulares). En este sentido, desde la empresa que dirige Gabriel Escarrer confirman las previsiones anunciadas en la presentación de resultados de julio, con una evolución positiva de las reservas en el tercer trimestre. «No solo superan en torno a un 30% las del mismo periodo de 2019 en términos monetarios, sino que incluso mejoran en un dígito alto las registradas para el mismo período de 2022», explican desde la compañía.
Por mercados, confirman las tendencias apuntadas en cuanto a la recuperación del mix de mercados emisores, y muy especialmente destacan los mercados Reino Unido y Estados Unidos. «También podemos destacar que, además de recuperar las ventas anticipadas, estamos teniendo un comportamiento muy positivo de las ventas de ‘último minuto’, especialmente desde Reino Unido», abundan. «La nacionalidad con mayor incremento y aportación de tarifa es EEUU, especialmente positivo para los hoteles de Baleares «. En destinos urbanos como Madrid, la ocupación hotelera durante el mes de agosto ha alcanzado el 65%, frente a la previsión media estimada del 51,4%. Así se desprende de la encuesta realizada por la Asociación Empresarial Hotelera de Madrid (AEHM).
El turismo nacional se ha situado en el 45% de la ocupación, mientras que el turismo internacional, en un 55%. Gran parte de los visitantes internacionales han procedido de Estados Unidos, México y también de países europeos como Reino Unido y Francia. «Están cifras son positivas, teniendo en cuenta que la ocupación en la región durante el periodo estival suele ser baja. Además, se estima que las previsiones de ocupación hotelera para septiembre en Madrid sean del 75% de media», abundan desde la patronal.
Este año ya no ha habido ninguna restricción en destino y todo el mundo ha hecho el gasto que tenía previsto hacer desde hace dos años. «Las ventas han sido buenas finalmente y prevemos que cerremos en 2023 incluso superando al 2019 «, dice Jordi Martí, el presidente de Acave, la Asociación Corporativa de Agencias de Viajes Especializadas. Un 80% de las agencias calculaba antes del verano superar las ventas del año prepandemia en más de un 20%. Ahora, ese optimismo rebosante se está amortiguando un poco ante el efecto de la inflación en el ahorro de las familias, pero las perspectivas siguen siendo positivas tanto en turismo emisor como receptivo.
Las elecciones generales del 23 de julio han sido uno de los hitos de la temporada turística de verano. La configuración de las mesas electorales dejó en el aire los planes de más de uno. Pero a partir de ahí, se vio una ola de reservas que llevó la ocupación a niveles similares a los de 2019.
En destinos donde dependen más del público español, la subida de las hipotecas y la influencia de la inflación sobre los bolsillos de los hogares están empezando a pasar factura. «En sitios como Denia, el verano no está yendo mal pero no ha sido como otras veces; les está costando llenar», dice Miguel Ángel Sotillos, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Viviendas y Apartamentos Turísticos.
«Todos hemos subido precios porque llevamos dos años subiendo el coste que estamos soportando», añade. El incremento que calcula es de entre un 6 y un 12% respecto al año anterior. Aunque no es una solución total para asegurar la rentabilidad. «Vamos a hacer un verano en general, pero habrá que hacer las cuentas a final de año tras pagar todas las facturas», resalta. No en vano, muchas empresas están teniendo que devolver los créditos ICO que solicitaron en pandemia. «En general, estamos trabajando con márgenes netos menores que antes de la pandemia», dice Sotillos.
En la hostelería no se atreven todavía a hacer vaticinios de cierre del año, porque a diferencia de hoteles y aerolíneas, no trabajan con reservas. Pese a ello, creen que se cumplirán todas las expectativas. «Estamos en cifras récord de empleo
«Creo que va a ser un año de récord turístico tras un primer semestre muy bueno y con datos de empleo de récord», dice Yzuel, presidente de Hostelería de España. En julio sumaron 100.000 empleos más que en la mayor cifra conocida en el sector. «Eso marca la expectativa de trabajo de las empresas», argumenta. Confían en incrementar un 10% la facturación respecto al año anterior.
Los puentes como el de agosto han funcionado muy bien. Y creen que puede haber un efecto arrastre hacia En todo caso, mantienen la cautela. «Tenemos cierta sensación de que esto puede cambiar en cualquier momento y darse la vuelta a la tortilla», confiesa Izuel. En este sentido, muchos bares y restaurantes ya notan cómo baja el ticket medio y los clientes optan por los platos más baratos o directamente no piden una segunda bebida o el postre.
Eso sí, pese a la subida de precios, creen que la subida de precios no les permite incrementar márgenes. En este sentido, Yzuel considera que el último informe del Banco de España «no tiene que ver con la realidad». El supervisor que dirige Pablo Hernández de Cos asegura que la hostelería ha subido precios por encima del crecimiento de los costes. El problema, dice, es que el dato se da agregado con los hoteles, con un fuerte incremento de tarifas.