Con anterioridad, en una rueda de prensa, el ministro japonés de Finanzas, Shunichi Suzuki, ya había expresado la disposición del Gobierno japonés para «tomar medidas decisivas» contra los movimientos excesivos de la divisa, en línea con la postura de Tokio antes de la intervención de otoño de 2022 en los mercados.
El debilitamiento del yen en el último mes se ha venido produciendo a pesar de que el Banco de Japón decidiera dar un histórico giro a su política monetaria al anunciar la primera subida del precio del dinero en 17 años, poniendo así fin a la era de los tipos negativos en la que la institución se adentró en 2016, convirtiéndose así en el último banco central en todo el mundo en cerrar este capitulo monetario.
A pesar de esta histórica subida de tipos, el Banco de Japón subrayó entonces que, dadas las actuales perspectivas de actividad económica y precios, prevé que por el momento se mantendrán condiciones financieras acomodaticias, sugiriendo que no tiene prisa en seguir endureciendo su política monetaria.
Asimismo, la lectura de inflación en Estados Unidos del 3,5% en marzo, por encima del 3,2% de febrero, parece alejar las bajadas de los tipos de interés en la mayor economía mundial. «Hasta ahora, el mercado había esperado tres recortes de tipos de interés en 2024, pero este resultado nos hace pensar que puede haber sólo un recorte de tipos en 2024», apunta Kenta Tadade, estratega jefe de divisas de Daiwa Securities, en declaraciones al diario ‘Nikkei’.