Así se desprende de los datos de la Encuesta de Población Activa publicada por el Instituto Nacional de Estadística esta semana. La cifra de 441.800 trabajadores que se registraron en el segundo trimestre es un 2,3% inferior a la del primero, al restar 10.200 empleados, y un 8,1% más baja que hace un año, pues en el segundo trimestre de 2023 constaban 38.700 trabajadores más en la estadística del INE.
El dato obtenido entre abril y junio es el más bajo desde el segundo trimestre de 2020, cuando la pandemia dejó ver todos sus efectos. En ese periodo, el INE contabilizó 425.000 ocupados en las actividades financieras y los seguros. En los trimestres anteriores a la crisis del Covid, a partir de 2018, la cifra pasó a moverse en esa línea, entre los 420.000 y los 440.000, después de que se produjera el gran ajuste de personal en la banca por la crisis financiera entre 2008 y 2012.
Precisamente, la serie histórica del INE para esta medición arranca en el primer trimestre de 2008, periodo en el que había algo más de medio millón de trabajadores en la banca y los seguros -concretamente, 524.600-, que llegaron a reducirse hasta los 423.900 en el tercer trimestre de 2012 coincidiendo con los compases más duros de la crisis. A partir de entonces, según recoge Servimedia, la cifra de trabajadores remontó sin llegar a los 470.000 para comenzar de nuevo una tendencia a la baja en 2018 que llevó a marcar el mínimo de toda la serie histórica en el primer trimestre de 2019, con 420.200 ocupados.
Con el inicio de la pandemia, la tendencia se volvió a dar la vuelta, y lejos de seguir bajando, la estadística mostró un aumento del número de empleados en este sector que llegó incluso a rozar los 500.000 en el cuarto trimestre de 2021. Sin embargo, después de varios trimestres de oscilación al alza y a la baja, los tres últimos vuelven a reflejar la tendencia previa al covid de descenso.