Pero esos acólitos, los mismos que hace cuarenta y ocho le decían que era estupendo que siguiese en el Gobierno, se han acercado a la ventanilla de los cobros y exigen que el sanchismo cumpla con lo prometido. Y es que el independentismo no quiere que el problema de Sánchez se enfrié y les vuelva a hacer esperar para cobrar como lleva haciendo en algunos temas.
Como todo el mundo ha podido ver y escuchar en estas mismas 48 horas. el Gobierno se ha mostrado no solo satisfecho sino orgulloso de haber superado una especie de moción de confianza, sin moción y sin votación. Es decir, sin mas problema que lavar un pelín la imagen del líder y cerciorarse de que si paga no le echaran de La Moncloa.
Pero claro los temores a una revuelta de sus socios era tal que durante los días previos al pleno el Ejecutivo necesitaba recomponer sus acuerdos y pactos con unos y con otros, para que a nadie se le ocurriese dejar a Pedrito colgado de la brocha. Así que sin llamar mucho la atención y con la discreción del momento,
el entorno del presidente, el núcleo fiel que le queda, negocio intensamente con los grupos para ver cómo restablecer la confianza, avanzar en los asuntos pendientes y reconstruir la mayoría para volver en septiembre con una agenda de temas relevante que den contenido a la legislatura para romper esa idea de que Sánchez solo está en resistir y no en avanzar.
Así que visto y no visto; los chicos de Sánchez se han sentado en la ventanilla y ya han recibido las primeras facturas. Illa, presidente de la Generalitat, recibirá en Barcelona al ministro Torres, y al secretario de Estado de Hacienda, que después participarán con el equipo de máxima confianza del presidente —conseller de presidencia y de economía— en una comisión bilateral entre las dos Administraciones, reactivada ahora, con un asunto central encima de la mesa: la financiación singular de Cataluña. Es lo que pidió ERC para apoyar al yerno de las saunas
El martes, reunión en Moncloa de Sánchez y Pradales Tema de conversación: transferencias pendientes de pensiones no contributivas, las prestaciones de desempleo, o el subsidio de desempleo, y las de salvamento marítimo y cuestiones de fondo que interesan muchos a los nacionalistas vascos como la conectividad de puertos, aeropuertos, ferrocarriles e infraestructuras en general.
De esta manera, la estancia en La Mareta será algo mas confortable, aunque difícilmente será del todo agradable porque el fleco Puigdemont colea una y otra vez y además Cerdan esta donde esta y no hay interlocutor.
Así que aunque el optimismo de puertas hacia afuera trata de vender que todo va bien, que se ha superado la peor situación de la Legislatura. todavía quedan demasiadas cosas por cerrar y en todas ellas saltaran esquirlas y piedras que pueden provocar el accidente.
¡Oído cocina ¡