La empresa registró una fuerte caída de los ingresos regulados debido al recorte previsto en el marco regulatorio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para el periodo 2021-2026. Además, la gasista ha firmado el cierre de la venta conjunta con Elecnor del gasoducto de Morelos por 173 millones, una operación anunciada en diciembre.
El Ebitda de Enagás se situó en 173,6 millones de euros, un 6,5% menos, pero ligeramente por encima de la cifra estimada por los analistas, que esperaban 171 millones, según datos de Bloomberg. Además, el grupo señala que el dato permite alcanzar el objetivo para 2023, fijado en 770 millones de euros. La acción baja un 1,4% a media sesión. Los ingresos del operador de la red gasista ascendieron a 220,6 millones de euros, lo que supone una caída del 5,7% respecto al primer trimestre de 2022.
De ellos, los ingresos regulados en el periodo se situaron en 216,2 millones de euros, con una reducción de 14,3 millones. Enagás explica que la caída procede de la aplicación del marco regulatorio 2021-2026 (bajada de 12,3 millones) y por menores costes auditados (descenso de 6 millones), sin impacto en Ebitda.
La empresa reitera su objetivo de cerrar el año con un beneficio de entre 310-320 millones de euros. Las cifras del primer trimestre no incluyen la plusvalía neta de 40 millones de euros generada por la venta de la participación en el Gasoducto de Morelos, que se ha cerrado este lunes, y que no se refleja en los resultados de este primer trimestre.
Enagás y Elecnor han anunciado además el cierre de la venta de las sociedades mexicanas Gasoducto de Morelos y Morelos O&M, que controlaban al 50%, en una venta conjunta a un fondo administrado por Macquarie Group. El importe de la operación asciende a 190 millones de dólares (173 millones de euros), por lo que cada una de las dos empresas recibirá 86,5 millones de euros.
Enagás señala en un hecho relevante que esta venta se enmarca en el proceso de rotación de activos anunciado por la compañía en su Plan Estratégico 2022-2030, que tiene como “prioridades estratégicas” la seguridad de suministro de España y Europa y la descarbonización. La desinversión en Gasoducto Morelos es un paso más en el cumplimiento de este plan. La compra de las empresas mexicanas las ha realizado MIP V International, una filial propiedad en su totalidad del fondo Macquarie Infraestructure Partners, gestionado por Macquarie.
Gasoducto de Morelos y Morelos O&M son la propietaria y operadora, respectivamente, de un gasoducto de 172 kilómetros dividido en dos tramos y localizado en los Estados de Morelos, Puebla y Tlaxcala.