Se trata del mayor plan con participación pública de estas características desarrollado en España, mediante una inversión de 2.645 millones de euros. Con él, que pretenden sentar las bases para el país se convierta en el primer hub de hidrógeno verde de la Unión Europea.
El plan, de carácter provisional, pasará por un periodo de 18 meses de alegaciones, en el que presumiblemente recibirá aportaciones de las 13 comunidades autónomas por las que transcurrirá, así como más de 50 administraciones públicas y 380 organismos y asociaciones, y de todos los ciudadanos interesados en participar. «El Plan Conceptual de Participación Pública de Enagás para el desarrollo de la red española de hidrógeno es un proceso participativo clave para dar voz a ciudadanos e instituciones en un proyecto de país que reforzará el desarrollo económico y social desde los territorios, impulsando un marco energético más autónomo, competitivo y limpio», destacó Gonzalo, consejero delegado de Enagás.
De acuerdo con lo presentado este viernes, el plan actual consta de 2.600 kilómetros de ductos soterrados, nuevos o reconvertidos, agrupados en 15 tramos y 5 ejes que conectarán los grandes valles industriales del país: el Eje Vía de la Plata (de unos 875 kilómetros y cuatro tramos), el Eje Cornisa Cantábrica (unos 440 kilómetros y tres tramos), el Eje Levante (unos 505 kilómetros y cuatro tramos), el Eje Transversal Castilla-La Mancha (unos 235 kilómetros y un tramo) y el Eje Valle del Ebro (de en torno a 535 kilómetros y tres tramos). Estos cinco tramos se sumarían a los cuatro nuevos tramos de la Red Troncal que Enagás presentó en noviembre a la segunda convocatoria de los Proyectos de interés Común (PCI) europeo y que están pendientes de aprobación. Su desarrollo, que contempla 1.480 kilómetros adicionales de trazado y está previsto a partir de 2030, permitirá que todas las comunidades autónomas peninsulares estén conectadas a la red de hidrógeno.
El 80% del trazado que se ha ideado transcurre por la traza de la infraestructura gasista ya existente, con el objetivo de evitar nuevas afecciones a espacios naturales, protegidos y cursos hídricos, así como núcleos urbanos y zonas de alta densidad de población. De esa proporción, el 21% de la red conllevará además la reutilización de gaseoductos actuales. El resto, en cambio, deberá someterse a evaluaciones de impacto ambiental.
Los estudios previos también prevén unas 110 posiciones de válvulas de nueva construcción, que se ubicarán a una distancia entre sí de unos 20 o 30 kilómetros en la misma línea del trazado del ducto. Contarán con sistemas de accionamiento y control remoto, así como de monitorización permanente para garantizar una operación segura. Estos estudios preliminares estiman, además, la necesidad de tres estaciones de compresión situadas en Coreses (Zamora), Tivissa (Tarragona) y Villar de Arnedo (La Rioja).
Como Proyecto de Interés Común (PCI) de la Comisión Europea, el PCPP de Enagás pondrá a disposición de todas las partes interesadas las características e información fundamental del proyecto de la futura red española de hidrógeno. Cabe destacar que la Agencia Ejecutiva Europea de Clima, Infraestructuras y Medio Ambiente (CINEA) adjudicó en enero el 100% de los fondos solicitados por Enagás —32,5 millones— al mecanismo Connecting Europe Facility para la fase de estudios e ingeniería de estos proyectos. Así, la futura red —incluyendo un almacenamiento asociado—, ha recibido 40,2 millones de euros, y H2med, que engloba las interconexiones con Francia (BarMar) y con Portugal (CelZa), ha obtenido 35,5 millones de euros.
Según un informe encargado por Enagás a la consultora PwC, el proyecto generará 17.200 nuevos empleos durante la fase de construcción y 900 en las fases de operación y mantenimiento. En total, el sector del hidrógeno contribuirá con 32.000 millones al PIB nacional y mantendrá unos 81.000 puestos de trabajo.