La vicepresidenta Aagesen, ha asegurado que está ya investigando las causas -aunque le quitó hierro por su rápida reposición- mientras Red Eléctrica salió rápidamente al paso para asegurar que contaba con las reservas rodantes suficientes.
Sin embargo, para Endesa, esto es lo ue ocurrió: Los sistemas eléctricos, especialmente los insulares, operan con unos criterios de seguridad ante los fallos. No se puede pedir a una máquina que no falle, se parte de la base de que van a fallar y en base a eso se establecen planes para bloquear su impacto, especialmente, el de los activos más grandes. Cuando eso ocurre, el resto del sistema debe reaccionar. El fallo ocurrió. Esto es así. Pero no es cierto que una parada no programada pueda provocar un cero porque cualquier incidencia simple debe ser cubierta por el resto de los elementos del sistema. En este caso esto debía haber sido cubierto por el resto de los grupos generadores de la central de los Pinchos en La Palma. ¿Qué ocurrió? Que en ese momento en La Palma solamente había tres grupos operando, una turbina grande y dos motores diésel más pequeños. Una de nuestras turbinas sufrió una parada no programada. El resto del sistema debería haber reaccionado, como establece el criterio N-1, pero no había suficiente potencia de reserva rodando. Solo tres grupos estaban en servicio, y los dos grupos diésel que quedaron no pudieron sostener la demanda. El problema no fue la avería en sí, sino que no había respaldo suficiente. Ese día se incumplió el procedimiento de operación número uno, cuya responsabilidad es de Red Eléctrica.