La inversión inicial será de unos 11,5 millones de euros y con una potencia instalada de 9,3 MW, que sería equivalente, en términos de producción de energía, al consumo medio de más de tres mil hogares y unas 7.500 personas. La planta fotovoltaica de El Matorral, que deberá estar en funcionamiento como máximo a principios de 2026, se construirá sobre una superficie de unas ocho hectáreas de terreno, equivalentes aproximadamente a unos ocho campos de fútbol y utilizará la última tecnología disponible en el mercado y tendrá 15.000 módulos fotovoltaicos de última generación. Este enclave de energía solar de El Matorral permitirá, cuando esté en pleno funcionamiento, el ahorro de emisiones de 1.874,5 toneladas de CO2 a la atmósfera, o lo que es lo mismo, un impacto similar a plantar casi 94 mil árboles o un bosque de 74 hectáreas de superficie.
La nueva planta, que está en las fases previas a la apertura de la obra, cuenta con una subvención a través del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, financiado por la Unión Europea, a través de los fondos Next Generation, con 5.691.261,23 euros. Gracias a ello Endesa en Canarias se suma a las otras comunidades españolas donde la compañía tiene ya instalaciones similares que superan los 600 MW de producción en total. En estos momentos, Endesa trabaja en los trámites previos, una vez concedida la autorización, que darán lugar a la construcción de la obra civil, así como el aprovisionamiento de equipos esenciales y suministros críticos. El proyecto incluirá también medidas ambientales para minimizar la afección al entorno, tales como la integración de los terrenos antropizados disponibles dentro de la Central de Barranco de Tirajana y la realización de correcciones topográficas para evitar la erosión de los suelos.
Una vez concluida esta fase, se procederá a la instalación del parque con una máquina hincapostes, que dará lugar a la siguiente donde se completará la instalación de las estructuras y los 15.000 módulos fotovoltaicos. Una vez concluidas estas actividades, llega el momento de la instalación eléctrica y la puesta en funcionamiento en distintas fases de pruebas y puesta en funcionamiento. Las distintas fases de construcción del parque darán empleo, directo e indirecto, a una veintena de trabajadores.
Asimismo, paralelamente a esta última fase, se incorporarán al entorno importantes zonas ajardinadas con plantas autóctonas, que proporcionarán la protección y mejora de los ecosistemas con una notable pantalla vegetal. Todas las medidas están encaminadas a la recuperación de unos terrenos transformados durante décadas por una intensa actividad humana.