El desempeño de Endesa se guía por tres pilares estratégicos: rentabilidad, flexibilidad y resiliencia para definir el destino de la inversión; eficiencia de las operaciones, con más control de costes y la maximización de la generación de caja; y sostenibilidad financiera y ambiental. Sitúa la previsión de resultado ordinario neto en 2.200-2.300 millones en 2026, con un ebitda de 5.600-5.900 millones, y un dividendo de 1,5 euros en ese año. Se extiende la ratio de pay out del 70% un ejercicio más y se ofrece un dividendo mínimo garantizado de 1 euro todo el plan.
Endesa actualiza su estrategia para el trienio 2024-2026, en una coyuntura de crecimiento de costes financieros y de inflación, con un plan continuista respecto al previo. La inversión bruta se situará en 8.900 millones, en línea con el plan precedente. Redes de distribución y generación renovable, dos de los pilares de la electrificación limpia, se mantienen como ejes clave.
Los grandes objetivos financieros son la consecución de un resultado bruto (ebitda) de entre 5.600 y 5.900 millones en 2026, lo que resultaría un beneficio ordinario neto de entre 2.200 y 2.300 millones de euros para ese mismo año.
Se mantiene y se actualiza al mismo tiempo la política de dividendo: se extiende el 70% de payout un año más, a 2026. Y, en paralelo, se ofrece un dividendo mínimo garantizado de 1 euro por acción durante el trienio. La previsión es que se sitúe en 1,5 euros por título en 2026, lo que supondría una rentabilidad por dividendo del 8%.
La compañía guiará su actividad en los próximos tres años teniendo en cuenta la posible ralentización de la electrificación motivada por mayores costes financieros y por la inflación, al tiempo que el contexto regulatorio tiene aún que aclararse en el negocio de Distribución y en los territorios no peninsulares. Todo ello ha derivado en una reevaluación de la estrategia de crecimiento.
Para el periodo 2024-2026, los tres pilares estratégicos surgidos de este proceso son, primero, la rentabilidad y la flexibilidad -sobre la base del modelo de socios externos en el desarrollo renovable- a la hora de decidir el destino de las inversiones; la eficiencia y efectividad de las operaciones, con mayor control de costes y maximizando la generación de caja; y, tercero, la sostenibilidad financiera y ambiental.
Los 8.900 millones de inversión se distribuyen en 2.800 millones de euros brutos para redes de distribución, 200 millones más que en el plan anterior pendientes de una mayor visibilidad sobre la revisión regulatoria; otros 4.300 millones para renovables, misma cifra que en el plan precedente, con un mayor peso de la eólica para alcanzar los 13.900 MW de capacidad renovable a final de 2026 y con Andorra, Pego y los 800MW eólicos de Galicia como proyectos estrella; y 900 millones para el área de clientes para alcanzar los 7,5 millones en el mercado libre en la Península Ibérica al final del trienio, al tiempo que la electrificación de todos los usos energéticos guía la estrategia comercial.
La senda hacia la plena descarbonización de Endesa en 2040, lo que la haría una compañía Net Zero, se mantiene con la salida del carbón en el negocio insular como hito intermedio en 2027. Todo ello tras haber logrado cerrar este 2023 la última central de carbón en la Península, As Pontes. El 93% de la producción peninsular de Endesa estará libre de emisiones en 2026, desde el 79% a cierre de este año.
La compañía se marca como objetivo clave de fomento de la electrificación limpia que en torno del 90% de su energía vendida a clientes a precio fijo proceda de fuentes no emisoras en 2026, desde el 76% del año en curso. El margen integrado unitario del negocio eléctrico liberalizado se mantendrá estable en el periodo.
En el negocio de gas, se prevé una recuperación de los márgenes tras el excepcionalmente negativo 2023, al tiempo que la cartera de clientes se mantendrá plana en 1,8 millones, de los que 1,4 en el mercado libre. Se prevé un descenso en el uso de gas para producir electricidad en centrales de ciclo combinado derivado de la progresiva normalización de esta tecnología de generación.
La ratio de deuda financiera neta en relación al ebitda se situará en 1,4 veces en 2026, desde 2 veces en 2022 y una estimación de 2,1 veces para 2025 en el plan anterior. El porcentaje de deuda ligada a criterio de sostenibilidad superará el 80% al final del plan, desde el 64% de 2023. Endesa llegará al cierre de 2026 con una deuda financiera neta de entre 8.000 y 9.000 millones, entre un 10%-20% menos que a cierre de este año.