Y es que, a pesar de que queda un largo camino por recorrer, un 38% de las empresas analizadas ya ha incorporado medidas de eficiencia energética entre 2019 y 2021. Durante los primeros años lo hicieron de forma más puntual para mejorar alguna instalación concreta, pero con los años el concepto de mejora y optimización constante de los consumos, así como la concienciación hacia la necesidad de consumir de forma más responsable, han implicado un cambio hacia una visión más global de la eficiencia energética y, en consecuencia, de la descarbonización. A modo de ejemplo, un 31% de las empresas ha cambiado la forma de consumir energía eliminando consumos innecesarios, un 18% su forma de contratación, un 15% sus instalaciones eléctricas y, aunque de forma más tímida, un 3-4% han implantado proyectos de energías renovables.
En este sentido, se ha descubierto que el 23% de las empresas presenta un ahorro potencial de más de un 20% en su consumo energético, cosa que demuestra que hay un margen de ahorro significativo, ya sea en medidas enfocadas a la mejora de la eficiencia energética –con su consecuente reducción del consumo– o por la inversión en nuevos activos energéticos, que reducen el consumo energético y son una apuesta por la descarbonización de los procesos productivos de las empresas.
A modo de ejemplo, las inversiones en medidas enfocadas a la reducción del consumo se amortizan con los ahorros energéticos obtenidos en un corto espacio de tiempo. De hecho, el 68% de las medidas analizadas presenta un Retorno de la Inversión (ROI, por sus siglas en inglés) inferior a 4 años, llegando al 88% en 2021.
1 de cada 4 empresas presenta consumos fantasmas, producidos cuando los aparatos consumen energía, aunque no se usen, suponiendo un gasto extra en factura y una emisión de CO₂ innecesaria. Una de las soluciones más efectivas para evitarlo es implementar Sistemas de Gestión Energética o de Control y Monitorización. El 25% de las empresas que han optado por estas soluciones ha conseguido ahorros directos superiores a 5.000 euros, con un Retorno de la Inversión inferior a 4 años en prácticamente todos los casos.
Las revisiones de las instalaciones eléctricas (además de responder a criterios de seguridad), son una medida que, adoptando las acciones necesarias en cuadro eléctrico y/o en el variador de frecuencia, suponen un ahorro de más de 2.500 euros en el 56% de los casos, con un Retorno de la Inversión inferior a 4 años en 3 de cada 4 casos analizados.
El 72% de las empresas que han acometido proyectos de mejora en climatización ha conseguido ahorros de más de 5.000 euros, amortizando la inversión en menos de 4 años en el 83% de los casos y han conseguido reducir su huella de carbono.
En cuanto a los proyectos de recuperación de calor del sector industrial, además de ser ejemplo de descarbonización y de economía circular al revertir el calor disipado a la atmósfera en fuente energética para la empresa, suponen ahorros de más de 5.000 euros en el 78% de los proyectos.
La inversión en solar fotovoltaica para autoconsumo es la tecnología que destaca entre los proyectos de energías renovables. Toda la energía generada y autoconsumida es una energía con 0 emisiones de carbono, además de reducir la dependencia energética. En 2 de cada 3 casos suponen ahorros mayores de 5.000 euros, recuperando su inversión en menos de 6 años y reduciendo su dependencia energética.
Medidas de eficiencia más implementadas, sector a sector
Gracias a las monitorizaciones, diagnósticos y auditorías energéticas que Endesa X ha realizado a los clientes se han obtenido datos sobre cuáles son las medidas de eficiencia potenciales que pueden implementar las compañías para ser más eficientes, especialmente las grandes empresas, ya que desde la entrada en vigor del Real Decreto-ley 56/2016 de eficiencia energética, aquellas con más de 250 trabajadores y/o un volumen de negocio superior a 50M € y un balance general superior a 43M €, tienen la obligación de realizar una auditoría energética cada 4 años o bien a implantar un Sistema de Gestión Energética o Ambiental. Justo este próximo año, en 2024, la gran mayoría de estas empresas deberán llevar a cabo una auditoría energética para no enfrentarse a una penalización de hasta 60.000 euros.
Industrial
El sector industrial destaca por su uso intensivo de energía y su potencial de ahorro es mayor que el del resto de sectores. Entre las medidas más comunes para mejorar la eficiencia energética se encuentran el conocimiento y control de los consumos, la mejora de la eficiencia energética y la instalación de energías renovables. En concreto, la medida de conocimiento y control de los consumos es la más común, ya que representa en torno al 20% y, de estos, la mayoría (un 84%) presenta ahorros superiores a los 5.000 euros cuando implantan medidas.
También destaca el potencial de ahorro de los proyectos fotovoltaicos que se están incorporando paulatinamente en el sector industrial.
Hostelería
La hostelería destaca por proyectos de plantas solares fotovoltaicas con ahorros potenciales de más de 2.500 euros en el 50% de los casos, superando los 5.000 euros en el 25% de ellos. El darse a conocer como establecimientos sostenibles y responsables medioambientalmente antes sus clientes, hace que cada año más establecimientos apuesten por el autoconsumo como factor diferencial.
Además, el 32% de las medidas llevadas a cabo van asociadas a proyectos de mejora en climatización. Todos los casos analizados superan el 10% de ahorro respecto al coste energético inicial.
Comercial
En el sector comercio, un 38% de las medidas analizadas están orientadas a la mejora de la eficiencia en la climatización de sus instalaciones, con ahorros de más de 2.500 euros en 1 de cada 3 casos, llegando al 43% cuando van asociados a cambios de equipo.
En segundo lugar, el 27% de los comercios tiene el foco en mejorar la forma de contratación y un 26% se orienta a mejorar la forma de consumir energía.
Agrícola y ganadero
El 34% de las empresas del ámbito agrícola y ganadero analizadas están orientadas a proyectos de mejora de la eficiencia en la climatización de sus instalaciones, mientras que un 33% tiene el foco en mejorar la forma de contratación y un 23% se orienta a mejorar la forma de consumir energía.