Si se analizan con cierta calma sus últimas intervenciones solo se defiende atacando al contrario y sometiéndose a los deseos de los llamados socios de gobierno o de legislatura, dos grupos distintas y con características distintas , aunque finalmente todos se pliegan a los deseos del líder, puesto que de su permanencia en el poder dependen en gran parte el cumplimiento de los propios objetivos de esos llamados socios, a los que mas bien habría que calificar de parásitos del poder.
Si uno se fija, por ejemplo en su discurso del pasado miércoles no hay argumento explicativo alguno sobre lo que paso el lunes negro. Es mas el argumentario solo se centra en frivolidades dialécticas para atacar a los populares, como esos de atacar a las nucleares, defender malamente a la s renovables y no mencionar a la única culpable que no es otra que la empresa distribuidora participada por la SEPI y que preside la amiga de doña Begoña, la señora Corredor que ha gestionado esa empresa como si de un despacho cualquiera se tratase y no una empresa estratégica para toda España y de la que dependen incluso las vidas de muchas personas.
Y todo eso porque el lunes negro ha puesto al descubierto una perversa forma de actuar de los políticos que es la utilización de empresas y organismos como activos de su propiedad con los que premiar a amiguetes fieles para su posterior utilización como aliados en políticas de determinadas características y que van desde colaboradores para la señora o el hermano a cientos de consejeros estratégicamente colocados y a disposición de los deseos del lider.
¿Qué tiene que ver eso con la gestión eléctrica? Pues nada, pero eso a don pedrito ni fu ni fa, Ahora bien, cuando ha necesitado algo, rápidamente han acudido a su llamada, como por ejemplo para financiar la famosa catedra de la que no se sabe prácticamente nada, pero que debió de ser un buen nido de trapicheos.