Dentro de esa fase se entienden los distintos procedimientos incoados y anunciados por los populares entre los que destaca, de momento la petición de cese de la presidenta del Congreso de los Diputados, la señora Armengol, que para desgracia del señor Sánchez aparece pringada hasta las cajas con una compra de mascaras con la que ella y su gobierno regional incurrieron en todo tipo de golferías administrativas como si eso de gobernar en una Autonomía fuese sinónimo de hacer lo que me de la gana y además me gasto los dineros con quien y como le de la real gana sin necesidad de contar con nadie y mucho menos respetar las reglas en sus mas mínimas exigencias.
La pruebas que aparecen en el sumario del caso Koldo son de tal calibre que efectivamente son una carga de profundidad en la “honorabilidad” de la presidenta del Congreso, la socialista Armengol y que simplemente por haber sido publicadas hubiesen comportado la dimisión de la socialista balear, pero eso en nuestro país y entre nuestros políticos es un sueño imposible: la palabra dimisión no existe en su lenguaje, así que nos enfrentamos a una larga batalla de desgaste, porque evidentemente la cabeza que importa es la de Sánchez.
Evidentemente, la pieza Armengol es de importancia ya que se trata de la tercera autoridad política del país y el simple hecho de cobrarla será, tanto política como desde el punto de vista de imagen, brutal. En ese contexto el primer round empieza este lunes.
Lo que se desconoce, en estos momentos, es la defensa que pondrá sobre el ring el sanchismo y todas sus baterías en este combate en el que se ha de ganar por KO, la victoria por los puntos no vale. Y sino que se lo pregunten a Feijoo que el 23J gano por los puntos y por eso sigue en la oposición.