Aquello de que busca «la mejora de la convivencia y la cohesión social», como recoge la exposición de motivos de la proposición de ley que se está tramitando en el Congreso. Los máximos dirigentes del independentismo no han respetado el discurso del jefe del Estado ni siquiera este año, en vísperas de obtener la «impunidad», según la definen el PP y Vox. Ni siquiera el presidente de la Generalitat desde su papel institucional, y a quien hace solo cuatro días Sánchez visitó en Barcelona.
Por el contrario, Aragonès ha cargado este lunes contra el Rey por hacer un discurso «nacionalista español». Uno con el que, según Aragonès, «la ciudadanía de Cataluña no se siente representada». «De hecho, no se siente representada tampoco por la Monarquía», ha añadido tras hacer la ofrenda floral en la tumba del expresidente de la Generalitat Macià en el cementerio de Montjuïc. Un acto en el que ha estado flanqueado por siete de sus consejeros.
«Resonaban aquellas palabras del 3 de octubre del 2017, aquella fecha en que los pocos lazos que tenía la Monarquía aún con algunos catalanes y catalanas se rompieron», ha añadido, en alusión al histórico discurso que Felipe VI pronunció dos días después del referéndum ilegal. Y que la amnistía enmendará.
En su mensaje de Nochebuena, el monarca habló de una convivencia entre distintos «basada en sentimientos compartidos y en la búsqueda común del bienestar y la prosperidad de todos». Y llamó a todos los españoles a evitar que el «germen de la discordia» se instale. «No nos lo podemos permitir», añadió.
Por parte de Junts, su secretario general ha acusado a Don Felipe de ser quien «sembró la semilla de la discordia» en su discurso del 3 de octubre de 2017. «Siempre actúa de parte, de parte de estos que son ‘afectos al régimen’. Solo actúa cuando está en riesgo aquello del ‘atado y bien atado’», ha afirmado Turull, uno de los indultados por el Gobierno en junio de 2021 y futuro amnistiado. «Ha renunciado a ser árbitro», ha añadido.
También la presidenta del Parlament, Erra, ha cargado contra el monarca. «Pone por delante la unidad y la integridad de España y preservar la Constitución. No va dirigido a todos los catalanes y demuestra la lejanía de la institución», según ella. En esa ley de amnistía, el PSOE argumenta que es oportuna «en aras del interés general, consistente en garantizar la convivencia dentro del Estado de derecho, y generar un contexto social, político e institucional que fomente la estabilidad económica y el progreso cultural y social tanto de Cataluña como del conjunto de España, sirviendo al mismo tiempo de base para la superación de un conflicto político».