El ebitda ajustado de 2022 fue 142,87 millones de euros, un aumento del 52,3% que obedece principalmente al fuerte empuje ejercido por el crecimiento de la contribución, con una aportación neta al ebitda de 68,76 millones de euros, que supera con creces el detrimento de 19,7 millones causado por el aumento de otros ingresos y de otros costes de explotación, entre los que se incluyen la subida de los fletes internacionales (8,53 millones) y de los costes fijos (3,92 millones).
El flujo de caja libre (FCL) generado en 2022 ascendió a 27,95 millones de euros, resultado de restar del ebitda de 142,87 millones, 52,81 millones de inversión, 33,36 de circulante, 13,64 de impuestos, 7,28 de actividades interrumpidas (cierre de la planta de fosfato dicálcico de la fábrica de Flix), 5,24 de provisiones y 2,59 de resultados financieros netos.
En total, Ercros aumentó su deuda en 9,27 millones de euros, situándola en 75,11 millones de euros. A 31 de diciembre de 2022, Ercros disponía de liquidez por importe de 158,15 millones de euros, de los cuales 58,28 millones correspondían a tesorería y 99,87 millones a líneas de financiación no dispuestas, entre las que se incluye el préstamo de 20 millones de euros del Banco Europeo de Inversiones destinado a financiar inversiones del Plan 3D, parte de las cuales se han ejecutado ya al cierre de 2022.
Por otro lado, el consejo de administración propondrá a la junta general retribuir a los accionistas con el mayor importe devengado en favor de estos a lo largo de la historia de Ercros: 32,48 millones de euros, el 50% del beneficio del ejercicio en 2022. Este total se repartirá entre: un dividendo por acción de 15 céntimos de euros, que reportará a los accionistas aproximadamente 13,75 millones (un 21,17% del beneficio); y la recompra de acciones propias para su amortización, por un valor de aproximadamente 18,73 millones (un 28,83% del beneficio).