A precios actuales del mercado, dicho incremento está valorado en cerca de 190 millones de euros. Con esta operación, el grupo controlado por los hermanos Escribano materializa su objetivo de crecer en Indra por encima del 10%. Según explica el grupo a través de un comunicado, esta inversión «amplía su compromiso con el fortalecimiento del tejido industrial español y contribuye a posicionar a España como un referente global en los sectores de defensa y seguridad».
La empresa familiar española, especializada en innovación y tecnología de defensa y seguridad, ya era el primer socio industrial de Indra y su segundo mayor accionista de la multinacional, sólo superado por la SEPI.
La empresa de Ángel y Javier Escribano precisa que, en el contexto geopolítico actual, el grupo EM&E refleja con esta apuesta «su firme compromiso con el crecimiento y desarrollo de la industria tecnológica y consolida su presencia en los sectores estratégicos de defensa, aeroespacial y de seguridad, fortaleciendo sinergias con Indra, actor clave en estos ámbitos».
EM&E espera ingresar este año 300 millones de euros, de los que más de un 60% corresponden al mercado internacional, por lo que su mayor presencia en Indra le permite aumentar su influencia para satisfacer la alta demanda global «de estaciones de armas remotas, sistemas de guiado de munición, soluciones antidrón, robots, así como sistemas de vigilancia de fronteras, soluciones en las que es un referente europeo e internacional».
Con una cartera de pedidos superior a 1.000 millones de euros, EM&E recientemente ha renovado su rating BBB (Investment Grade), un reconocimiento que le aporta solvencia para emprender operaciones corporativas y que sólo logra el 8% de las empresas auditadas. La empresa, fundada en 1989, asegura que ha basado su crecimiento en «una estrategia de integración vertical de capacidades y tecnologías y en una férrea apuesta por la inversión en I+D, lo que le ha permitido situarse a la vanguardia tecnológica del desarrollo de sistemas complejos de defensa de alta fiabilidad y valor añadido».
Escribano cuenta con una plantilla de casi 1.300 profesionales y recalca su apuesta estratégica «por la cohesión territorial», con centros en Madrid, Huesca, Córdoba, Asturias, Cádiz y Valencia, el grupo de defensa español «consolida las distintas inversiones que ha realizado durante este año». Entre ellas destaca la adquisición de nuevas infraestructuras, la creación de su nueva filial de electrónica EM&E Electronics y las empresas que integrará en la misma, así como la incorporación de nuevas capacidades estratégicas, como la tecnología robótica y la fotónica.