Y curiosamente, la decisión del Gobierno de posponer el nombramiento tras las elecciones europeas de este domingo ha dado fuerza a la candidatura de Escrivá, ya que contaría con el aval de Pedro Sánchez.
El actual ministro de Transformación Digital y de la Función Pública cuenta con un amplio conocimiento de la institución, donde ya trabajó con cargos intermedios en la década de los 90. Pero su marcado perfil político (también estuvo al frente de Seguridad Social en el primer Gobierno de coalición) y su carácter especialmente combativo juegan en su contra tanto dentro del Banco de España como en el sector bancario, que temen desde hace tiempo que sea el elegido por Sánchez para usar a la institución, como señalan distintas fuentes financieras.
Los bancos no se quieren ni imaginar cómo sería lidiar con el actual ministro de Transformación Digital, según fuentes próximas a las grandes entidades. De hecho, en el sector se considera que Escrivá fue el artífice de diseñar el polémico impuesto a la banca por las subidas de los tipos. Este gravamen iba a ser temporal, pero el Gobierno trabaja ya para hacerlo permanente.
“Por ahora es una decisión que no ha sido tomada todavía. No tenemos ninguna prisa en cuanto a la toma de la decisión», reafirmó ayer Carlos Cuerpo, quien emplazó a las “próximas semanas” para conocer “novedades”.