En una entrevista en Onda Cero, Escrivá se ha mostrado escéptico acerca de la efectividad de topar los precios del alquiler en zonas tensionadas. Escrivá ha hecho estas declaraciones poco antes de que diera comienzo la conferencia sectorial de Vivienda, que reúne a los consejeros autonómicos con la ministra del sector, Isabel Rodríguez. El exministro ha reconocido que no le consta que exista evidencia «empírica» de que el establecimiento de zonas tensionadas -donde los precios del alquiler son muy elevados- y el control de precios que ello conlleva «logre abaratar el precio de la vivienda».
La propia entidad aseguró en un informe reciente a la escasez de oferta como responsable de estos precios elevados y principal reto a batir. El organismo calculaba, en concreto, que haría falta la incorporación de 600.000 inmuebles al mercado para poder equilibrar la oferta con la demanda actual por la creación de nuevos hogares. Hay once comunidades autónomas en las que el número de viviendas nuevas listas para entrar que salen al mercado al año no sirve para cubrir ni siquiera la mitad de la demanda existente.
En lo que respecta a su nombramiento, el que fuera ministro del Gobierno de Pedro Sánchez ha explicado que se enteró del mismo sólo «tres o cuatro días antes» de hacerse efectivo y ha negado que fuera él quien pidiera directamente al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que le designase para el cargo: «Eso no es así», ha sentenciado.El responsable de la entidad considera «lógico» que, dado que la decisión de nombrar al gobernador la tiene que tomar directamente el presidente, intercambiase alguna opinión al respecto con un ministro que tiene una trayectoria reconocida como banquero central y funcionario del Banco de España. «El Ministerio de Transformación Digital es una idea del presidente del Gobierno que tiene todo el sentido del mundo y más aún reforzado con Función Pública», ha zanjado, para negar que dicho ministerio (y no el de Economía) le fuera dado a la espera de designarle para otro puesto.
Escrivá no entiende que en España se ponga en duda su independencia al frente del BdE por haber sido previamente ministro, cuando más de un tercio de los miembros actuales del Consejo de Gobierno del BCE son, de hecho, exministros. Ha citado, entre otros, el caso del gobernador del Banco de Finlandia y excomisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, que pidió una excedencia en la entidad para presentarse a las elecciones. Así, ha asegurado que la polémica a nivel interno ha causado «desconcierto» entre sus colegas.
Desde su punto de vista, lo que ha primado en su elección ha sido el perfil técnico en el ámbito de los sistemas financieros: el de un banquero central, una persona con experiencia dilatada muy larga, conocimiento del sistema financiero, funcionario del BCE, Banco de España y Banco Internacional de Pagos de Basilea. También jugó un papel importante, a su juicio, la independencia ya demostrada cuando puso en marcha desde cero la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). «El haber estado en responsabilidades de Gobierno te capitaliza adicionalmente, porque te permite responder de forma muy rápida» en tiempos de crisis, «y por eso se eligen personas con capacidad técnica suficiente y con experiencia en el ámbito de Gobierno», ha destacado.
Al igual que hiciera su antecesor, Pablo Hernández de Cos, durante su última intervención en el Congreso de los Diputados, Escrivá ha insistido en que no debe opinar sobre la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell. Ha explicado que ni puede ni debe pronunciarse sobre otras cuestiones diferentes a la solvencia porque «hay otra institución que es la que tiene la experiencia y las competencias» para ello, en referencia a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). «Cada uno está en su ámbito de responsabilidades», ha enfatizado. Escrivá ha remitido al informe elaborado por el BdE, que se incorporó al publicado por el Banco Central Europeo. El emisor aprobó por no oposición la oferta el pasado 5 de septiembre. «Es muy importante que cuando hay distintas instituciones independientes involucradas, cada uno hable de lo suyo, de lo que es especialista», ha remarcado Escrivá, recordando que la opinión que tiene que emitir el regulador bancario se centra exclusivamente en la solvencia de la entidad resultante.