Escrivá ha debatido este viernes, en el marco del Foro de La Toja, con el gobernador del Banco de Portugal, Mario Centeno, sobre ‘La Unión Monetaria ante los retos de estabilidad, el crecimiento y la competitividad de la economía europea’. Para el gobernador, la fortaleza de Europa reside en su capital humano, respaldado por una «educación magnífica». Sin embargo, es de la opinión de que el problema es que ese conocimiento no se transforma lo suficiente en actividad económica. «Necesitamos desarrollar mecanismos en Europa que permitan retener la transferencia de conocimiento y evitar que el talento emigre», ha insistido.
Considera que también se requiere generar un entorno mucho más atractivo para conseguir que ese capital humano que ya existe siga operando y trabajando en Europa, remunerando «mejor el éxito y la toma de riesgos», por ejemplo.
«Mi experiencia gubernamental previa me lleva a pensar lo siguiente: La calidad de los reglamentos y las directivas europeas es mejorable. Y terminan generado un entorno regulatorio demasiado pesado y demasiado prolijo. A veces, por un exceso de aversión al riesgo y, a veces y muchas veces, por el proceso en el que se diseñan y se acuerdan las leyes», ha señalado Escrivá durante el debate. En este sentido, ha explicado que las normas europeas requieren primero un consenso o una mayoría cualificada entre los 27, que lo hace normalmente la presidencia de turno de la UE. «Yo he sido presidencia recientemente y he sido ministro en distintos ámbitos y puedo decir que ese proceso de consenso, que es inevitable, lleva a un producto legislativo pesado y a veces subóptimo desde el punto de vista europeo».
Tras este paso, Escrivá ha señalado que se debe acordar con el Parlamento Europeo en trílogos. «Y en ese proceso de trílogos todavía te dejas alguna pluma más. Y cuando uno mira -y yo creo que las empresas europeas, cuando lo dicen, tienen razón-, cuando mira el resultado final de todo este proceso, pues, digamos, hay margen de mejora», ha insistido. Por lo tanto, mirando hacia adelante, el gobernador del Banco de España cree que se deben buscar vías para sortear esta situación y, en una unión monetaria como la que tiene la UE, con «algunas debilidades», lo importante es fortalecerla.
«En la medida en la cual seamos capaces de fortalecer esa unión monetaria, el trabajo de los bancos centrales y del Eurosistema va a ser más fácil. Va a ser más fácil en nuestras distintas funciones y, singularmente, en el control de la inflación», ha asegurado. La UE registra actualmente un crecimiento económico y de productividades bajos, algo que es «claramente estructural». Esto debe preocupar, según el gobernador, porque más allá de que a veces se pone el énfasis de que esto abre una brecha con China o Estados Unidos, no ayuda a la convergencia real de las economías europeas. Los retos hacia adelante de envejecimiento de la población y del mantenimiento del Estado de Bienestar, requieren de una economía «mucho más dinámica, que genere mucho más crecimiento».
«Aquí también hay un elemento adicional, que es la sostenibilidad de las cuentas públicas, que van a ayudar también a la fortaleza de la unión monetaria y también a poder desenvolvernos hacia adelante con ese espacio fiscal que necesitamos, y para eso hay que ser muy rigurosos en muchos ámbitos», ha subrayado Escrivá. Otro área en la que se debe incidir también es, en generar, ámbitos nuevos, como la inteligencia artificial o la protección de datos, agencias europeas, como se ha hecho en el ámbito de la supervisión. «Hay otros ámbitos, en el ámbito financiero, donde se podría ir mucho más allá», ha sugerido Escrivá.
«Son ámbitos en los que, si miramos a Estados Unidos, miramos a países asiáticos, no tienen ese nivel de segmentación. Hay mucho margen para avanzar en esta dirección y yo creo que eso requiere liderazgo».