Así lo concluye en el informe ‘Aceptación de pagos en comercios’, elaborado por Nuek (INDRA) junto a Analistas Financieros Internacionales, que se basa en más de 5.200 encuestas realizadas en España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, México, Perú, República Dominicana, Uruguay, Italia, Portugal y Reino Unido. Entre sus principales hallazgos, destaca el avance acelerado del cobro digital desde dispositivos móviles en América Latina y el retraso persistente en Europa, especialmente en el comercio de proximidad.
A pesar del potencial tecnológico, la digitalización del punto de venta sigue limitada por brechas de adopción, marcos regulatorios desalineados y un ecosistema aún fragmentado que impide escalar experiencias verdaderamente integradas.
En el cobro desde el móvil, en España, la adopción de la tecnología SoftPOS (cobro con móvil o tablet como TPV) es más limitada que en América Latina y en otros países cercanos, pues Portugal destaca con una tasa superior al 50% y España se sitúa en torno al 30-40%. Según Nuek, la barrera principal en España no está en la falta de interés de los usuarios, sino en la lenta transición de los comercios hacia nuevas formas de cobro que sustituyan al TPV tradicional. La brecha generacional influye directamente en la adopción de nuevas tecnologías de cobro según el perfil de clientes que atiende cada comercio. Los negocios con una clientela más joven incorporan con mayor facilidad el cobro desde teléfonos inteligentes, mientras que aquellos orientados a públicos de mayor edad siguen priorizando terminales físicos y efectivo.
Solo el 13% de los mayores de 55 años afirma que le ha sido cobrada en alguna ocasión una compra desde estos dispositivos y un 42% desconoce que exista siquiera esta posibilidad. En España, el QR tiene un papel marginal y limitado, según el informe. “Lo que está ocurriendo hoy es un cambio de paradigma: la función del terminal se integra en el teléfono inteligente, el comercio gana agilidad, y los costes se reducen drásticamente. Lo que antes era una limitación tecnológica se convierte ahora en una vía para activar un nuevo modelo operativo para los comercios que habían quedado fuera de la transformación digital”, según el director ejecutivo de Nuek, Rey.
Respecto a los modelos de pago por suscripción, en el caso español se concentran en los jóvenes, con una clara preferencia por la tarjeta de débito física, mientras que en otros países predominan los débitos directos. Por otra parte, aunque el comercio electrónico ha crecido de forma sostenida en Europa y América Latina, el canal transfronterizo sigue sin consolidarse. España destaca con una cuota del 30% en comercio electrónico internacional —muy por encima de Reino Unido (15%) y cercana a Portugal (45%) e Italia (40%)—, aunque solo el 38% de la población bancarizada ha comprado en comercios fuera de la Unión Europea, uno de los niveles más bajos entre los países analizados.