En abril volvió a superar a Nigeria (14,5%) como tercer mayor proveedor con el 17% de la cuota de este caro combustible, en el que España gastó 26.500 millones de euros solo en 2022 para generar electricidad, agua caliente y calefacción. Solo Argelia (24,2%) y Estados Unidos (24,1%) se sitúan por delante de los rusos vendiendo gas.
La última estadística oficial de Enagás, el gestor de la red española y los puntos de regasificación donde llegan los metaneros con gas natural licuado (GNL), desvela una nueva aceleración de las compras de gas a Rusia entre enero y abril hasta el punto de que se han duplicado respecto a los primeros cuatro meses de 2022. En concreto, el sistema ha registrado de enero a abril la entrada de 23.810 GWh de gas ruso, un 118% más interanual.
Ya durante el ejercicio 2022, Rusia disparó los envíos un 49% respecto a 2021 aunque a los precios más altos de la historia, desorbitados, que llegaron hasta los 340 euros/MWh en los mercados europeos como el TTF holandés o el Mibgas ibérico. Desde la puesta en marcha de llamada excepción ibérica por parte del Gobierno de Pedro Sánchez, España ha disparado las compras de gas ruso y estadounidense con el objetivo de abaratar los precios en el mercado ibérico. Las dos grandes potencias suponen alrededor del 60% del GNL y el 41% de todo el gas consumido en España.
Por otra parte, se ha compensado el descenso del suministro desde Argelia, la principal fuente de gas desde los años 90, que a finales de 2021 cerró el gasoducto Magreb-Europa-Durán Farrell tras el choque diplomático con Moncloa a raíz del respaldo del Gobierno de PSOE y Podemos a Marruecos en su política sobre el Sáhara. Antes de esa crisis, el gas argelino suponía entre el 40% y 50% del suministro de forma estable gracias a la infraestructura que llega a Cadiz y el Medgaz que entra por Almería. En los últimos meses, Argelia se sitúa de forma estable entre el 20% y 24% de la tarta gasista que paga España, la mitad que a mediados de 2021.
La gran novedad desde el verano de 2022 ya no es el descenso de la importación de gas desde el norte de África, sino que España está exportando de forma estable gas a Marruecos, todo un hito en la historia energética española. Hasta ahora solo Portugal y Francia importaban gas en términos netos desde España a través de los Puntos Virtuales de Interconexión (VIP, sus siglas en inglés) denominados Ibérico (Extremadura) y Pirineos (Navarra). Solo en los cuatro primeros meses de 2023, el combustible enviado a Marruecos desde España a través del gasoducto Magreb se eleva a 2.870 GWh, un 50% más que en el conjunto de 2022.
Es decir, la política energética española ha dado un volantazo en los últimos dos años. No tanto por los efectos de la guerra en Ucrania, sino sobre todo por los giros en la diplomacia económica con los dos socios norteafricanos. En 2019, antes de la pandemia y antes de la llegada del Gobierno de coalición PSOE-Podemos con Pablo Iglesias como vicepresidente, el primer gobierno de Pedro Sánchez disparó las compras de gas tanto a Estados Unidos como a Rusia con incrementos interanuales del 1.274% y 265%, respectivamente. De un año para otro, ambos países pasaron a ser socios comerciales de referencia a la hora de obtener energía.
Durante el mes de abril, la demanda interna de gas natural experimentó una caída del 11,9%, alcanzando un total de 23.728 GWh, según el informe. Además, en los primeros cuatro meses del año, se registró una caída del 16,1% en comparación con el mismo período del año 2022. En particular, en abril destacó la notable reducción en la demanda convencional (-13,5%), mientras que el sector eléctrico redujo su consumo de gas para la generación en ciclos combinados en un 6,7% en un contexto de fuerte caída de los precios del gas en los mercados internacionales.
La referencia estadounidense Henry Hub cotiza en 2,2 dólares por mmBtu, un 78% por debajo de los máximos de quince años que alcanzó en agosto de 2022 cerca de 10 dólares. El contrato del TTF holandés se mueve esta semana en mínimos de casi dos años en torno los 35 euros por MWh, un 90% por debajo de su récord histórico fijado también el pasado agosto en los 340 euros. También ha regresado a niveles previos a la guerra de Ucrania el Mibgas ibérico, referencia de precio para España y Portugal, se situará este jueves en los 28 euros / MWh, con un descuento similar respecto a las cotizaciones que llegó a dibujar el año pasado.