El estudio, que en 2023 incorpora una comparativa con otros países europeos, llega a su cuarta edición y muestra un año más el esfuerzo realizado por nuestro país para avanzar hacia la neutralidad climática.
En la UE, las tierras agrícolas y forestales por sí solas cubren más del 75% del territorio y, en 2021, permitieron la captura de 229 millones de toneladas de CO2. España, con 45 millones de toneladas, casi una quinta parte de las de Europa, fue el que alcanzó la mayor cifra de absorciones, seguida a bastante distancia por países como Francia, Italia y Polonia, cuyo sector contabiliza aproximadamente 20 millones de toneladas.
“El objetivo de neutralidad climática implica que debemos reducir al máximo nuestras emisiones de gases de efecto invernadero, potenciando las absorciones de aquellas que no podamos reducir; de esta manera, podremos alcanzar un equilibrio neto entre absorciones y emisiones”, explica Luis Robles, socio director de Liken Carbon Hub y coautor del informe.
En España, desde 2005, este sector absorbe cada año una media de 45 millones de toneladas de CO2, y en 2021 contribuyó a reducir las emisiones totales alrededor de un 15%.
Emisiones al nivel de 1990
El documento de Liken Carbon Hub constata que entre 2005, año de entrada en vigor del mercado de emisiones, y 2021, España ha hecho un gran esfuerzo para reducir sus emisiones. Sin embargo, los datos reflejados en el informe ponen de relieve la necesidad de seguir trabajando para poder alcanzar el objetivo que recientemente ha marcado España en el borrador de actualización del PNIEC a 2030, que fija un 32% de reducción de emisiones respecto a 1990.
“2021 significa el año de la recuperación económica, tras la pandemia, y por lo tanto hubo un repunte de las emisiones, que nos haría pensar que, de alguna manera, el esfuerzo de reducción se perdió. Sin embargo, las series históricas nos permiten analizar con un poco más de perspectiva la evolución de datos, y lo que podemos comprobar es que entre 2019 y 2021 se redujeron un 7% las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en España”, explica Robles.
Las emisiones han experimentado una significativa reducción del 65% durante el período comprendido entre 2005 y 2021, de 438 millones de toneladas de CO2 a 288. Esta disminución se encuentra vinculada principalmente a la evolución del sector de la energía.
Por actividades dentro del sector de la energía, sigue destacando, como en años anteriores, la reducción de emisiones de la generación eléctrica. “Esta actividad logró la reducción más significativa del periodo, aproximadamente un 72%, y pasó de constituir el 26% de las emisiones totales de CO2 en 2005 a un 11% en 2021”, explica José Antonio Gesto, socio director de Liken Carbon Hub y coautor del estudio. “Esta reducción se debe en gran parte a la adopción de fuentes de energía más limpias y renovables, como la energía solar, eólica e hidráulica, que han sustituido en cierta medida a los combustibles fósiles en la generación de electricidad”, añade el experto.
Sin embargo, no todos los sectores han tenido una evolución uniforme ya que, por ejemplo, “nuestro modelo de transporte es altamente intensivo en emisiones de gases de efecto invernadero y la reducción efectiva fue de apenas el 17%”, según Gesto. En este sentido, el peso de las emisiones del transporte respecto a las emisiones totales se incrementó del 23% en 2005 a casi un 30% en 2021.
“Es importante notar que en los últimos cinco años se ha observado una tendencia al incremento en las emisiones del transporte, solo quebrada en 2020 por las restricciones a la movilidad derivadas de la pandemia, lo que indica un desafío en la sostenibilidad de este subsector, a medida que la actividad económica puede haber aumentado y con ello el uso de vehículos y combustibles”, explica Gesto.
Asimismo, el experto explica que es la misma tendencia de otros países europeos analizados. Si se toman como referencia las emisiones del sector energía, la proporción de emisiones atribuibles al transporte en 2021 oscila entre el 19% en Países Bajos o el 23% de Alemania, hasta el 44% en Portugal o el 40% en España. “Es interesante notar cómo el transporte juega un papel significativo en las emisiones de gases de efecto invernadero en todos estos países, lo que sugiere que es un área crucial para abordar en los esfuerzos de reducción de emisiones y promover alternativas más sostenibles y limpias en la movilidad”, advierte Gesto.
Por otro lado, el ámbito residencial sigue siendo una de las actividades con menos emisiones. En España, la reducción acumulada en el periodo analizado representa un 26%. Asimismo, hay una significativa diferencia entre los países analizados. Mientras en Alemania esta cifra se sitúa en un11% respecto a las emisiones totales del país, en España se sitúa en el entorno del 6% de las emisiones totales y en Portugal entorno al 4%, según el documento.
En 2021, la presencia de las emisiones de sectores difusos superó el 50% de las emisiones nacionales en todos los casos analizados. En este sentido, Robles explica que “abordar las emisiones de los sectores difusos es un desafío importante, ya que generalmente implican una amplia gama de actividades y actores”. Por ello, añade, “es esencial implementar políticas y medidas efectivas en todos los países, para reducir las emisiones en estos sectores y lograr una transición hacia prácticas más sostenibles y bajas en carbono”.