Es decir, a pesar del difícil contexto vivido el pasado ejercicio con el alza de precios derivado de la invasión rusa de Ucrania, el déficit disminuyó 2,1 puntos porcentuales y mejoró las previsiones comunicadas a la Comisión Europea de situarse en el 5%. El déficit cae hasta el 4,73% del PIB si se descuenta la ayuda financiera. Por tanto, es el tercer año consecutivo que el dato final es inferior a la tasa de referencia fijada. Además, si se compara con 2020, cuando el déficit alcanzó el 10,1% por las medidas de protección del empleo y lucha contra la pandemia, el déficit se ha reducido más de la mitad (un 53%). En concreto, en dos años se ha rebajado más de 5 puntos porcentuales, el mayor descenso de la historia para un periodo tan corto, sin incluir en el saldo la ayuda financiera. Esto supone que desde 2020 España ha reducido en 49.500 millones el déficit público. Esa significativa reducción del déficit se ha conseguido gracias a una política del Gobierno que, lejos de recortar servicios públicos como ocurrió con anteriores ejecutivos, se ha basado en proteger a la mayoría social del país reforzando el Estado de Bienestar, impulsando el crecimiento económico, fomentando la creación de empleo de calidad y apostando por la transformación del modelo productivo apoyado por los fondos europeos.
En este sentido, la caída del déficit se debe en su mayor parte al gran comportamiento de la economía con un aumento del PIB del 5,5% por segundo año consecutivo que permitió a España liderar el crecimiento de las grandes economías de la UE en 2022. Asimismo, la evolución positiva del empleo, con cifras récord de afiliación a la Seguridad Social, también permitió avanzar en la consolidación fiscal. Ambas variables, crecimiento económico y empleo, contribuyeron a un incremento de los ingresos en 2022 del 14,4% en términos de caja. La aportación de la inflación en ese aumento fue solo de 5 puntos. Sin embargo, el Gobierno ha destinado muchos más recursos a medidas para mitigar el impacto del alza de los precios. Las rebajas fiscales, las ayudas directas, las bonificaciones o las subvenciones aprobadas por el Gobierno alcanzan los 35.000 millones y, de esta cifra, 22.217 millones de euros han tenido impacto en el ejercicio 2022.
De hecho, del déficit de 4,8% de 2022 hay 1,7 puntos porcentuales de PIB que corresponden a las medidas adoptadas por el Gobierno para paliar la crisis inflacionista derivada de la guerra. Dicho de otra manera, de no ser por la crisis energética, España habría cerrado en 2022 con un déficit similar a los niveles prepandemia. Las medidas fiscales para combatir el encarecimiento energético han permitido un ahorro a las familias superior a los 8.000 millones de euros. Esta reducción decidida del déficit se acompaña de una mejora de la eficiencia y calidad de las finanzas públicas a través de las recomendaciones realizadas por la AIReF en sus análisis de gasto (spending reviews). Según el Informe de Seguimiento de las Recomendaciones de los Spending Reviews que realiza el Ministerio de Hacienda, de las 277 recomendaciones realizadas por la AIReF en sus spending reviews, 100 ya se habrían implementado y 154 estarían en proceso de implementación. Si se analiza el déficit por subsectores, la Administración Central y la Seguridad Social tuvieron un comportamiento muy positivo y permitieron la reducción del déficit del conjunto de las Administraciones Públicas.
En concreto, la Administración Central cerró con un déficit de 40.091 millones (3,02% del PIB) sin contar las ayudas financieras; las CCAA registraron un déficit de 15.085 millones (1,14% del PIB); las EELL alcanzaron un déficit de 1.647 millones (0,12% del PIB); y los Fondos de la Seguridad Social un déficit de 5.986 millones (0,45% del PIB). En el lado de los recursos, en términos de contabilidad nacional, los ingresos han aumentado un 8,1% (42.603 millones) debido fundamentalmente a los mayores recursos fiscales (33.884 millones), así como a la positiva evolución de las cotizaciones sociales, que crecieron un 4,8%. Por el lado del gasto, que se ha incrementado un 3,8%, caben destacar las siguientes partidas que provocaron este comportamiento: consumos intermedios (9,7%), remuneración de asalariados (4,2%), intereses (21,3%) y subvenciones (45,5%). Comportamiento de los ingresos tributarios Si se analizan los ingresos tributarios en términos de caja, los datos de la Agencia Tributaria muestran que se elevaron hasta los 255.463 millonesmde euros, lo que supuso un incremento del 14,4% respecto a la cifra del año 2021.
El aumento de los ingresos en 2022 se explica, fundamentalmente, por el crecimiento económico reflejado en el aumento del gasto en consumo y de los beneficios empresariales- con el aporte adicional de las cuotas positivas de las declaraciones anuales que corresponden a bases imponibles de 2021-, así como de la mejora del empleo y de los salarios. El impacto de la inflación no fue el elemento más determinante en la recaudación, y que contribuyó solo en 5 puntos a la recaudación. De hecho, los impuestos que más aumentaron fueron Sociedades e IRPF, vinculados al buen comportamiento de la economía y el empleo. De esta forma, los ingresos por el IRPF crecieron en 2022 un 15,8% hasta alcanzar los 109.485 millones. Casi la mitad del crecimiento de los ingresos totales proceden de esta figura. Las principales razones que explican el crecimiento son el aumento de las rentas del trabajo (salarios y pensiones), los buenos resultados de la declaración anual de 2021 presentada a finales de junio de 2022 y el incremento de los beneficios de las empresas personales. Los ingresos en el Impuesto sobre Sociedades crecieron un 20,8% hasta situarse en los 32.176 millones. Se trata de un reflejo de la favorable evolución de los beneficios tanto en 2022 como en 2021.
Los primeros se manifestaron en un fuerte aumento de los pagos fraccionados (17,7%), generalizado además por tipo de empresa, aunque especialmente elevado en los grupos consolidados y, dentro de ellos, en los grupos de los sectores bancario y energético. En 2022 los ingresos por el IVA crecieron un 13,9% hasta los 82.595 millones. El crecimiento sería del 16% si se añadieran los ingresos no recaudados por las rebajas fiscales sobre los consumos energéticos. Por su parte, los Impuestos Especiales crecieron en conjunto durante 2022 un 2,5% hasta los 20.224 millones.
La Administración Central ha registrado un déficit del 3,02% del PIB excluida la ayuda financiera, cifrada en 967 millones. Si se incluye la ayuda financiera, el déficit de la Administración Central supone el 3,09% del PIB. Se trata de una reducción de 3 puntos porcentuales de PIB respecto al 6,11% registrado en 2021. De hecho, la mayor parte del esfuerzo de reducción del déficit en 2022 lo realiza la Administración Central. Los Organismos de la Administración Central registran un superávit de 3.891 millones, excluida la ayuda financiera, frente al superávit de 1.880 millones alcanzado en 2021. Si se incluye la ayuda financiera el superávit sería de 2.924 millones de euros.
Déficit del Estado
En 2022 el Estado ha registrado un déficit equivalente al 3,31% del PIB, frente al 6,16% existente en diciembre de 2021. De esta forma, el déficit se sitúa en 43.982 millones, lo que supone un descenso del 40,9% respecto a los 74.359 millones de 2021. Este resultado se debe a un incremento de los ingresos no financieros del 19,6%, frente al comportamiento de los gastos, que crecen a un ritmo del 4,3%. El déficit primario, descontando los intereses, se ha reducido un 69,3% hasta los 15.683 millones y representa el 1,18% del PIB. Los recursos no financieros se sitúan en 262.122 millones, lo que implica un 19,6% más respecto a 2021. Los impuestos alcanzan los 210.432 millones, el 80,3% del total de los recursos, y crecen un 16,2% respecto a diciembre de 2021. Por su parte, en 2022 los empleos no financieros del Estado se han situado en 306.104 millones, cifra superior en un 4,3% a la registrada en 2021. La partida de mayor volumen son las transferencias entre administraciones públicas, con un peso del 58% sobre el total de empleos no financieros. En concreto, en el ejercicio 2022 ascienden a 177.678 millones, cuantía que incluye la compensación del SII-IVA de 2017 abonada a las CCAA para cubrir la pérdida de recursos derivada de los saldos globales negativos de la liquidación de 2020. A su vez, los Fondos de la Seguridad Social han recibido un 7,6% menos recursos que en 2021 por las menores necesidades derivadas de las medidas de protección de la pandemia. Así, las transferencias al SEPE se han reducido un 74,9%, debido, entre otras razones, a las menores necesidades de recursos al finalizar los ERTES y demás prestaciones COVID. Por su parte, las transferencias al Sistema de la Seguridad Social se han incrementado un 1,3%.
Se destinan principalmente a financiar operaciones como dependencia, pensiones, complementos de mínimos, Ingreso Mínimo Vital, etc. Asimismo, se incluyen aquellas transferencias realizadas al amparo de la Recomendación Primera del Pacto de Toledo 2020. La remuneración de asalariados ha crecido un 4,1%. Esta rúbrica recoge el efecto del incremento retributivo anual para 2022 del 3,5% mientras que la subida salarial de 2021 fue del 0,9% Los consumos intermedios han ascendido a 6.579 millones, un 34,6% más que en 2021 debido al aumento del gasto para acoger refugiados o para almacenar vacunas, mientras que las transferencias sociales en especie se incrementan un 57,2%, incluyéndose aquí 109 millones destinados al bono cultural joven, sin correspondencia en el año anterior.
También se incluye en esta rúbrica la gratuidad en los billetes de Cercanías y Media Distancia. Por su parte, los intereses devengados crecen un 21,9% hasta situarse en 28.299 millones, mientras que las prestaciones sociales distintas de las transferencias sociales aumentan un 6,5%, cifra que incorpora una revalorización de las pensiones de Clases Pasivas del 2,5% con carácter general y del 3% en las mínimas. Por su parte el gasto en subvenciones a la producción y a los productos se incrementa en 9.263 millones hasta totalizar 15.351 millones, que incluyen en este ejercicio las ayudas y bonificaciones contempladas en el RDL 6/2022, de 29 de marzo como la bonificación extraordinaria y temporal en el precio de venta al público de determinados productos energéticos y aditivos utilizados para la propulsión de vehículos; las ayudas al sector del transporte y a las empresas intensivas en consumo de gas. La formación bruta de capital fijo se sitúa en 8.613 millones, un 18% más que en 2021, reflejando que el sector público sigue actuando como locomotora del crecimiento. Finalmente, el conjunto de las rúbricas recogidas en el resto de los empleos, asciende hasta 25.827 millones, de manera que la cooperación internacional corriente se incrementa en un 23,9%, incluyendo 298 millones de vacunas donadas a terceros países y 74 millones de material de defensa donado a Ucrania. Seguridad Social Los Fondos de la Seguridad Social en 2022 registran un déficit de 5.986 millones, frente a los 12.039 millones también de déficit registrado en 2021.
En términos de PIB el déficit de la Seguridad Social se sitúa en el 0,45%, mientras que hace un año marcaba un déficit del 1,00% del PIB. Es decir, la Seguridad Social ha mejorado su resultado en un 50,3%, contribuyendo junto con la Administración Central al descenso del saldo del conjunto de las AAPP, ya que el saldo de la Seguridad Social mejora en 0,55 puntos porcentuales del PIB respecto a 2021. Este comportamiento es consecuencia de un crecimiento de los ingresos del 2,4% (destaca el buen comportamiento de las cotizaciones con un crecimiento del 5,1%) frente al leve descenso registrado en los gastos de un 0,6%. Desde marzo de 2020 las operaciones del subsector Fondos de la Seguridad Social han estado directamente afectadas por la crisis derivada de la pandemia del COVID-19. No obstante, los avances en el control de la misma, sobre todo con el proceso de vacunación, han motivado una reducción de su impacto económico.
En 2022 dicho impacto estimado ha sido de 2.179 millones, lo que supone reducir en un 78,4% el que tuvo en 2021. Respecto a la normativa aplicable a las operaciones del subsector hay que mencionar el Real Decreto-ley 32/2021, de 28 de diciembre, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo. Esta norma establece nuevos tipos de ERTES desde el 1 de abril, al igual que la activación del mecanismo RED para las agencias de viajes. Además, cabe destacar el Real Decreto-ley 6/2022, de 29 de marzo, por el que se aprueba el Plan Nacional de respuesta del Gobierno a las consecuencias económicas y sociales de la guerra de Ucrania. También el Real Decreto-ley 11/2022, de 25 de junio, por el cual se prorroga el aumento transitorio del 15% en la prestación del Ingreso Mínimo Vital y en las pensiones no contributivas de jubilación e invalidez. Finalmente, los RD 65/2022 y el RD 152/2022 por los que se actualizan las pensiones contributivas en un 2,5% y las no contributivas en un 3% y se fija el salario mínimo interprofesional en 1.000 euros.
El Sistema de Seguridad Social ha reducido el déficit un 31,5% desde 11.839 millones de 2021 a 8.109 millones en 2022. Esto es 3.730 millones menos. Los recursos han ascendido a 178.199 millones. Destaca el aumento en un 4,8% de las cotizaciones sociales. El número de afiliaciones en el Sistema en media mensual de todos los regímenes se ha incrementado un 2,4% en 2022. Por su parte, el gasto se ha situado en 186.308 millones, lo que corresponde en gran medida con el gasto en pensiones, que crece en un 5,1%. Al igual que ya ocurrió en 2021 destacan los datos registrados por el Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), que ha obtenido un superávit de 1.900 millones. Este comportamiento se debe, en gran medida, al descenso en un 89,6% del conjunto de prestaciones por desempleo vinculadas a los ERTE y otras medidas COVID, que alcanzan los 534 millones, mientras que en 2021 el gasto se elevó en este periodo a los 5.133 millones. El resto de las prestaciones de desempleo se reduce en un 1,1% respecto al año anterior por la mejor evolución del mercado laboral. Por su parte, el FOGASA presenta un superávit de 223 millones, frente a los 112 millones de superávit registrados en 2021.
Comunidades Autónomas
Las Comunidades Autónomas registran un déficit en 2022 de 15.085 millones, lo que equivale al 1,14% del PIB, frente al déficit del 0,05% alcanzado en el año anterior. Este aumento del déficit autonómico se debe a los menores recursos extraordinarios vinculaos a la pandemia transferidos al margen del sistema de financiación. En cualquier caso, las CCAA han contado en 2022 con 7.500 millones adicionales provenientes del SII IVA de 2017 y de la compensación de las liquidaciones negativas de 2020. Desde el inicio de la pandemia en 2020 las Comunidades Autónomas han contado con 37.000 millones al margen del sistema de financiación por parte del Estado para garantizar la prestación de unos servicios públicos de calidad. Esto convierte a España en el país descentralizado que más ha protegido a sus territorios durante este periodo. En 2022 los gastos de las CCAA aumentaron un 5,4%, mientras que los ingresos decrecen a un ritmo del 1%. La principal fuente de financiación de las CCAA son las transferencias que provienen de otras AAPP, cuya cuantía alcanza 121.945 millones. Del importe anterior, 117.699 millones corresponden a transferencias corrientes recibidas, de las cuales el 85% proceden del Estado. Las transferencias recibidas por el sistema de financiación crecen un 4%, 3.112 millones más. En los recursos al margen del sistema se incluyen 3.086 millones de la compensación por los ingresos por IVA dejados de percibir como consecuencia de la implementación en 2017 del Suministro Inmediato de Información (SII-IVA), así como la transferencia para cubrir la pérdida de recursos derivada de los saldos globales negativos de la liquidación de 2020, por valor de 4.434 millones. Los impuestos han crecido un 5,4% (3.961 millones más). Destacan los impuestos sobre la producción y las importaciones, que aumentan un 18,1% alcanzando la cifra de 19.750 millones, con un crecimiento de ITP y AJD de un 14,5%. Por su parte, los ingresos por impuestos sobre la renta y patrimonio se incrementan en un 1,8% hasta situarse en un total de 53.685 millones. Los ingresos percibidos por impuestos sobre el capital ascienden a 3.252 millones de euros, lo que representa un 0,4% más que en 2021. Por su parte, los ingresos obtenidos del resto de recursos se sitúan en 22.987 millones de euros, montante que incluye los recursos devengados en 2022 del FEDER y del FEDER REACT-UE.
Entre los gastos, la remuneración de asalariados crece un 4,1%. Esta evolución se debe, entre otras causas, al incremento salarial del 3,5% para 2022 mientras que en 2021 la subida fue del 0,9%. Los consumos intermedios se elevan un 2,6% hasta situarse en 37.360 millones. En esta rúbrica se recogen las vacunas puestas a disposición de las Comunidades Autónomas, cuya cuantía asciende a 1.183 millones en 2021 y a 473 millones en 2022. Las subvenciones crecen un 25,8% hasta los 5.606 millones. Esta evolución se debe, entre otras razones, al incremento de las subvenciones al transporte público. Por su parte, los intereses, aumentan un 6,4% hasta 3.608 millones. Las transferencias sociales en especie se elevan en un 5,2% hasta los 34.584 millones, de manera que el gasto en farmacia aumenta en un 4,6%, el gasto en conciertos de asistencia sanitaria se incrementa en un 5,9% y el correspondiente a conciertos educativos lo hace en un 1,9%. Por su parte, las prestaciones sociales distintas de las transferencias en especie ascienden a 4.971 millones, lo que representa un incremento del 1,3% frente a 2021, en gran parte por las prestaciones de dependencia. La inversión crece en un 0,9% respecto a 2021 y alcanza los 14.316 millones. Por su parte las transferencias entre AAPP aumentan en 10.430 millones. Este aumento se debe, principalmente, al efecto a favor del Estado de la liquidación definitiva de 2020 que ha sido superior en 8.447 millones al de la liquidación definitiva de 2019. La distribución del déficit del subsector por Comunidades Autónomas es la siguiente:
Entidades Locales
La Administración Local presenta un déficit de 1.647 millones, lo que representa un 0,12% del PIB, frente al superávit del 0,29% de 2021. Este saldo negativo es coyuntural y de carácter técnico. En concreto, se debe a la liquidación negativa a la que se enfrentaron las Entidades Locales, ya que en 2020, a pesar de la caída de los ingresos impositivos, el Estado mantuvo inalteradas las entregas a cuenta a las Administraciones Territoriales para que éstas pudieran seguir prestando sus servicios con calidad. El Gobierno va a compensar esa liquidación negativa de las EELL en tres años (2022, 2023 y 2024) siguiendo la ley de las Haciendas Locales. En cumplimiento de las reglas contables, la liquidación negativa de 2020, que suma 2.907 millones, se imputa toda en 2022. En cambio, las compensaciones se imputarán en tres años. Este desacople explica que las administraciones locales registren déficit en 2022. De hecho, si no se tuviera en cuenta ese efecto, las Entidades Locales habrían cerrado el año pasado con un ligero superávit.
Una mejora motivada por los mayores recursos impositivos, que crecen en un 1,7% reflejando la mejoría de la actividad económica. La segunda fuente de financiación corresponde a las transferencias recibidas de otras administraciones públicas con 35.502 millones, cifra superior en un 15,3% a la de finales de 2021. Este aumento se debe, principalmente, a los mayores recursos recibidos del Estado, un 18,4% superiores a los de 2021. Por su parte los gastos experimentan un aumento del 14,6%. Los principales incrementos se han producido en la remuneración de asalariados, que crecen un 5,1%, los consumos intermedios aumentan un 13,6%, las transferencias entre AAPP se incrementan un 34,3% y, por último, la formación bruta de capital crece un 24,9%