Con la vista puesta en disponer de una ‘hidrogenera’ cada 100 kilómetros de autovía para el año 2030, para instalación de nuevos puntos de recarga eléctrica parece que se ha estancado en su proceso. No obstante, creció en España un 11% en el primer trimestre del año, hasta alcanzar un total de 20.243 puntos, sin embargo, esta cifra se mantiene lejos del objetivo estimado para finales de este año, en el que se esperaban 45.000 puntos.
A pesar de su lento crecimiento, en los primeros tres meses se incorporaron a la red española 2.115 nuevos puntos de recarga, siendo uno de los mayores crecimientos trimestrales de la serie histórica, según ha informado este jueves el Barómetro de Electromovilidad de la patronal de fabricantes Anfac publicado.
A consecuencia del bajo ritmo del despliegue eléctrico, la brecha con el resto de Europa se extiende y por tanto, dificulta el cumplimiento de los objetivos de reducción de emisiones fijados por el Gobierno para 2030. El 79% de los puntos de recarga operativos en España no llegan a los 22 kilovatios, por tanto los tiempos de espera mínimos son de 3 horas.
Un inconveniente de los coches eléctricos es que hay que recurrir a un punto de carga y esperar un tiempo prolongado para poder obtener la carga completa. Son solo 801 puntos de recarga públicos los que se encuentran en España. Además, cuentan con una potencia de, al menos, 150 kW, lo que permite tiempos de carga de entre 15 y 27 minutos. Asimismo, Anfac cifra en 6.475 los puntos fuera de servicio, debido a que no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica o por encontrarse en mal estado o averiados.
Con estos datos, España obtiene una valoración de 4,5 puntos sobre 100 en el desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público, creciendo únicamente 0,6 puntos desde finales de 2022, y situándose muy lejos de Países Bajos y Noruega, que lideran con 62 y 50,4 puntos, respectivamente, y de la media europea -10,6-.
Por otra parte, a pesar de que cada vez más hay concienciación acerca de la contaminación y el cuidado del medio ambiente, el indicador que mide la penetración del vehículo electrificado muestra una realidad similar, con una valoración media de 17,4 puntos en el caso de España, solo 0,5 más que en el trimestre anterior.
Estas cifras sitúan al mercado nacional muy lejos del líder destacado, Noruega, que alcanza los 156,6 puntos, y 20 puntos por debajo de la media europea. En el primer trimestre, se matricularon en España 25.447 turismos electrificados, lo que supondría alcanzar los 100.000 a final de año, muy lejos del objetivo de 190.000 marcado por Anfac.
En cuanto al indicador global de electromovilidad, que valora tanto la penetración de los vehículos electrificados como la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público, España alcanza un total de 11 puntos, solo seis décimas más que al cierre de 2022, con un ritmo lento e insuficiente.
Por tanto, España se mantiene a la cola de Europa con países como Italia, República Checa o Hungría, y lejos de la media europea de 23,8 puntos. Por comunidades, solo Madrid (15,6 puntos), Navarra (13,6), Cataluña (13,2) y Baleares (12,9) se sitúan por encima de la media nacional.