Este último nace con el objetivo de hacerle frente a su archienemigo Twitter, y con la misión de convencer a los usuarios de que emigren en masa a este nuevo-nada-nuevo formato (mensajes de texto a los que puedes dar ‘me gusta’, republicar, comentar o compartir en su red hermana Instagram). Y dicen (desde Meta) que ya es un éxito porque superó los cinco millones de registros en sus primeras cuatro horas.
Threads nace con el objetivo de hacerle frente a su archienemigo Twitter, y con la misión de convencer a los usuarios de que emigren en masa a este nuevo-nada-nuevo formato. No parece muy diferente de sus predecesoras. Sin embargo, los reguladores tienen dudas. Esa es la razón por la que la herramienta todavía no está disponible (y no sabemos cuándo lo estará) en la Unión Europea. La Comisión de Protección de Datos de Irlanda (DPC), que ya bloqueó el intento de que los datos de Facebook o Instagram se usaran para enviar a los usuarios anuncios a través de Whatsapp, no parece por la labor.
Threads, ¿un riesgo para la seguridad de los datos?
El historial de la empresa de Zuckerberg, que ya ha tenido que hacer frente a varias demandas, no está del todo limpio a este respecto, y los usuarios siguen dudosos acerca de la protección de sus datos personales, de sus imágenes o mucha otra información (datos financieros, ubicación, contactos…). “En Europa nos tomamos la protección de datos bastante más en serio que en Estados Unidos. El objetivo es siempre proteger al ciudadano y no tanto a las empresas quienes, de hecho, están sujetas a severas sanciones de ser detectadas infringiendo la normativa”, explica Lambert Global Consumer Operations Manager de Panda Security.
Y es que en el caso de Threads, Meta no oculta que rastreará los datos de los usuarios (con fines legítimos, etc.), aunque también advierte de que se tomará en serio la privacidad y seguridad y que esos datos no se almacenarán en servidores centralizados. “Esto es un paso en la buena dirección”, explica Lambert. “La anonimización de los datos es una parte fundamental de la ciberseguridad, y el hecho de que no sean fácilmente accesibles, otra. Si, como dicen, los datos de los usuarios de Threads estarán distribuidos, el acceso o robo de los mismos es bastante más difícil. Aunque por supuesto hay que tener más cosas en cuenta”.
“Aunque los usuarios seguimos sin leer a fondo, en la mayoría de los casos, las políticas de privacidad (en suma, que no sabemos a qué accedemos cuando nos damos de alta), sí que ha aumentado la concienciación, y las noticias de que una compañía juega más o menos sucio en este sentido pueden resultar determinantes para su futuro” Pero la protección o no de los datos de los usuarios no parece el único riesgo de ciberseguridad en Threads. Según alertan desde el Daily Mail, la nueva red es perfecta para los scammers, además de para las noticias falsas y la desinformación. Aunque Threads es una plataforma nueva, es ‘hermana’ de Instagram, y para acceder es necesario tener previamente una cuenta en esta red social, y aunque existe un sistema de ‘cuentas verificadas’, lo cierto es que este estatus ‘se compra’ en ambas plataformas (en Twitter y en Instagram), con lo que es muy fácil para cualquiera hacerse pasar por una celebrity (sea un cantante, un político o un empresario) y aprovechar para llevar a cabo esas estafas online. “Es un campo nuevo y, por tanto, al principio será difícil distinguir lo verdadero de lo falso”, coincide Lambert.
¿Un cambio de paradigma?
Si las redes sociales están cambiando es algo que todavía está por ver. El mundo de los ‘directos’ llegó prácticamente de un día para otro y se ha convertido en el hype del momento. Igual que la encarnizada batalla por la hegemonía en según qué franjas de edad, aún por resolver, entre Instagram y TikTok.
“Nos guste o no, las redes sociales son la herramienta de comunicación por excelencia de este milenio pero, aunque los usuarios seguimos sin leer a fondo, en la mayoría de los casos, las políticas de privacidad (en suma, que no sabemos a qué accedemos cuando nos damos de alta), sí que ha aumentado la concienciación, y las noticias de que una compañía juega más o menos sucio en este sentido pueden resultar determinantes para su futuro”, afirma el ciberexperto.
Y no olvidemos que aquí, como en todo lo que funcione con un ápice de tecnología, entra también en juego la inteligencia artificial que, dejando a un lado las dudas respecto a su posible autonomía y descontrol, es algo que no podemos pasar por alto y que sin duda va a impulsar un cambio en uno u otro sentido, unida al machine learning y a las realidades extendidas.
¿Podemos estar seguros en redes sociales como Threads?
Tanto o tan poco como en cualquier sitio de internet. En este caso es importante el sentido común y seguir las normas básicas de seguridad en la red:
• No publiques información privada (la dirección de casa, fotografías íntimas, datos médicos o financieros)
• Utiliza, siempre que sea posible, la verificación en dos pasos: ya cualquier teléfono móvil o plataforma ofrece medidas extra de seguridad si sabemos utilizarlas.
• Y también el modo ‘privado’ o ‘solo amigos’. Reduciendo el alcance limitamos la opción a contactos no deseados.
• Sal de la cuenta cuando no la estés utilizando, en lugar de dejarla siempre abierta.
• Denuncia y reporta a la red social de que se trate, por sus canales habilitados, siempre que detectemos cualquier actividad sospechosa y,denuncia también a las autoridades competentes si el problema persiste o sale del mundo cibernético al físico.
• Vigila y protege a los más jóvenes (por mucho que sean nativos digitales, los niños menores de cierta edad no deberían utilizar estas redes sin vigilancia) y a los menos versados en habilidades digitales (no solo los niños, también los mayores son a veces presa fácil para los ciberestafadores).
• Lee los términos de seguridad antes de aceptar. Sí, sabemos que es una tarea ardua, pero es importante saber a qué nos enfrentamos.
“El mundo digital es tan amplio y tan rápido, que las megaempresas tecnológicas como Meta han de estar siempre en movimiento. El caso de Threads seguramente no será la última novedad que veremos por su parte. Pero recordemos siempre que el pueblo (o el ciberverso) es soberano, y será él quien decida si darle el beneplácito o no”, concluye Lambert.