Así lo ha anunciado el presidente del Instituto de Crédito Oficial (ICO), Manuel Illueca, este jueves durante una comparecencia en Moncloa. Este sistema busca que los afectados puedan acceder a liquidez para empezar a levantarse del golpe lo antes posible. «Sin liquidez no hay reconstrucción», ha resumido Illueca en su intervención. De esta forma, no será necesario esperar a que las administraciones resuelvan las peticiones, algo que se puede demorar más de lo deseable.
Desde el viernes, las personas, empresas y autónomos perjudicados pueden pedir un crédito en condiciones ventajosas para anticipar ayudas o indemnizaciones que tendrá un aval público de hasta el 80% de lo solicitado. Se trata de préstamos ‘blandos’ en los que no habrá que pagar ninguna mensualidad, tanto en materia de intereses como de capital, hasta que el solicitante reciba la ayuda o indemnización del seguro que le toca.
Cuando la administración correspondiente o el Consorcio de Compensación de Seguros transfieran el dinero, entonces los bancos procederán liquidarán los intereses del préstamo. Las entidades de crédito no podrán aplicar comisiones de apertura ni de reembolso por los préstamos que concedan avalados por el ICO. Esto no implicará que los préstamos sean gratis. Una vez que se ha recibido la ayuda, habrá que abonar intereses al banco. Sin embargo, al estar avalados públicamente, la carga de interés será mucho menor que la de un préstamo ordinario.
Para solicitar anticipos de las ayudas por esta vía, bastará que los afectados presenten una declaración responsable ante el banco en el que acrediten que residen o tenían contrato de trabajo en las zonas afectadas y también los daños que han sufrido. Será suficiente con que aporten la solicitud de ayudas públicas o la petición de indemnización al consorcio de seguros por los bienes dañados. El importe máximo que se podrá pedir prestado debe ser el mismo que el monto de la ayuda solicitada.
Con este sistema hay también un riesgo para los solicitantes. Podría suceder que la administración decida no concederle la ayuda o que esta sea de un importe menor del esperado, al igual que con las indemnizaciones del seguro. En esos casos, el sistema diseñado por el ICO hace que el anticipo solicitado se convierta en un préstamo que habría que devolver en un plazo de cinco años. Igualmente, con condiciones más favorables que las de un crédito ordinario.
En cualquier caso, es importante recordar que las ayudas públicas que concede el Gobierno central por vivienda o enseres dañados tienen un sistema de anticipos propio del 50% de la cuantía sin necesidad de que haya que pedir un crédito. Estos dos sistemas no son incompatibles, al contrario, son complementarios.
«Hoy acabaremos de cerrar los flecos aún pendientes con las entidades bancarias y desde mañana los préstamos podrán estar a disposición de las familias y empresas», ha explicado Illueca en su intervención ante los medios de comunicación. Además, el presidente del ICO ha señalado que los préstamos por la DANA que ya se han solicitado podrán acogerse también al sistema de avales públicos si cumplen las condiciones.
En total, los potenciales beneficiarios de las líneas de avales son unas 32.000 empresas, más de medio millón de personas y 150.000 hogares que se han visto perjudicados por la DANA.
Créditos para inversión empresarial
Más allá de la función de adelanto de las ayudas, el ICO desplegará avales públicos para financiar operaciones de inversión y capital circulante (el dinero que una empresa necesita para operar en su día a día). En estos casos, los avales estarán limitados a operaciones de 12,5 millones de euros por compañía, con un plazo de amortización de cinco años para el circulante, siete para inversiones y hasta un máximo de 10 años en el sector agrícola. En estos casos, los créditos cuentan también con un periodo de carencia de un año, ampliable a otro si las características del proyecto de inversión lo requieren.