Los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona se reunirán este lunes para debatir en torno a el avance de la unión de los mercados de capitales de la región. El Eurogrupo explica que este objetivo es esencial para movilizar las masivas inversiones necesarias para la transición ecológica, digitalización o defensa.
Durante la cumbre celebrada el pasado mes de abril los representantes de los países de la Unión Europea (UE) ya discutieron sobre la competitividad y concluyeron que se verá afectado en gran medida por la inversión privada que la UE logro generar. Así, se evitará que las empresas busquen financiación en Estados Unidos y abandonen el continente.
El proyecto de mercado común se lleva planeando más de una década, aunque el plan continúa bloqueado. El titular francés, Bruno Le Maire, propuso a sus compañeros iniciar un mercado común parcial con los socios que estén dispuestos a sumarse al proyecto, con medidas como un producto de ahorro paneuropeo o una supervisión común de sus mercados.
«La discusión podría tratar el delicado aspecto de si, en áreas específicas donde no podemos avanzar entre 27, tendría sentido hacerlo con grupos más pequeños de Estados y crear embriones de unión de mercados de capitales dentro de la UE. Hay argumentos a favor y en contra», anticipó un alto funcionario europeo. Las dos vías principales de trabajo se centran en la armonización de las normas de insolvencia nacionales, cuyas divergencias frenan el movimiento de empresas en la UE, y la mejora de la supervisión de los mercados financieros, aunque los Veintisiete discrepan sobre si esta tarea debe centralizarse en la ESMA como sugiere París.
La estrategia genera reticencias sobre todo entre los Estados más pequeños, que temen que esta unión conlleve la desaparición de sus mercados y sectores financieros nacionales en beneficio de los países más grandes, pero hay otras barreras como el tradicional rechazo en la UE a homogeneizar la legislación tributaria, en este caso para los productos financieros. El debate, que tendrá lugar con los ministros de todo el bloque y durante una cena, formato poco habitual en el Eurogrupo, será el último punto de un encuentro en el que los socios también pasarán revista a la situación macroeconómica, evaluarán la situación del sector bancario con la presidenta del consejo de supervisión del BCE, Claudia Buch, y debatirán sobre cómo cerrar la brecha de productividad de la UE con respecto a otras potencias.
Los ministros analizarán la situación económica tras haber conocido que el PIB creció un 0,3% en el primer trimestre de 2024, una décima más de lo esperado después de dos trimestres de contracción, y que la inflación frenó su descenso en abril manteniéndose en el 2,4%, y en vísperas de que la Comisión Europea presente nuevas previsiones macroeconómicas el 15 de mayo. Será además el primer debate tras la entrada en vigor el 30 de abril de las nuevas reglas fiscales europeas, que marcarán el camino de la consolidación fiscal que los socios europeos tienen previsto acometer en los próximos años para rebajar unos niveles de deuda y déficit disparados por la pandemia y la crisis energética.