Así lo recoge las previsiones de la consultora EY. El informe ‘EY European Bank Lending Economic Forecast’, que recoge sólo los créditos al consumo, se salvarán del descenso, con un aumento previsto para este año del 3,1%, aunque lejos de los crecimientos previos a la pandemia del coronavirus. Detrás de este aumento se encuentra, entre otros motivos, la mejora de las perspectivas del mercado laboral.
La financiación a empresas no financieras, sin embargo, caerá en 2023 en un 2,1%, en tanto que la financiación hipotecaria se retraerá en un 1,7 %, si bien el informe espera que vuelva a crecer un 0,4% en 2024. En cuanto a la morosidad, que se ha mantenido más alta en España que en las otras grandes economías de la eurozona, se prevé que llegue al 4,2% en 2023, frente al 3,5% de cierre de 2022, y siga creciendo en 2024 hasta rozar el 6 %, pues EY pronostica que llegará que subirá hasta el 5,8%.
A pesar de estos datos, el informe augura un mejor comportamiento de la economía española frente a la de otros países europeos, con una «importante» recuperación de los servicios, en especial el turismo, y un empleo que está recuperando impulso. Según EY, el PIB de España crecerá este año un 2,2%, frente al 0,8% que se preveía el otoño pasado, si bien en 2024 ese crecimiento se ralentizará y será del 1,3%.
Por su parte, la cartera hipotecaria no recuperará los niveles vistos en 2022 hasta 2026. En concreto, la firma de servicios profesionales estima que el saldo vivo de la cartera hipotecaria española finalizará el año descendiendo un 1,7%, hasta 484.000 millones de euros. En los años siguientes volverá a crecer, pero no será hasta 2026 cuando recupere los niveles de 2022.
Para 2024 se estima un alza del 0,4%, hasta 486.000 millones, mientras que en 2025 el incremento será del 1,1%, hasta 491.000 millones. En 2026 el saldo vivo se situará en 505.000 millones, un 2,8% más. En un entorno de altos tipos de interés, el informe sostiene que las condiciones de financiación seguirán endureciéndose, lo que impactará en la demanda, y también en la morosidad. No obstante, el bajo rendimiento de los créditos hipotecarios se compensará por el crédito al consumo y por los préstamos a empresas. De esta forma, el crédito total de las entidades financieras cerrará este año en 1,222 billones de euros, un 1,2% menos, aunque en 2024 crecerá un 1,2%, hasta 1,236 billones, para situarse en 1,276 billones en 2025 (+3,2%) y en 1,317 billones en 2026 (+3,3%).
«Pese a las incertidumbres que nos rodean, podemos ser optimistas de cara a los próximos años, con un ciclo de subida de tipos que está llegando a su fin y una inflación cada vez más controlada. Además, estamos convencidos de que el despliegue de los fondos NGEU impulsarán significativamente la inversión y dinamizarán la actividad de financiación de las entidades de crédito», ha subrayado el socio responsable de Servicios Financieros de EY España, Pedro Pérez.
Por lo que respecta al conjunto de la eurozona, informe elaborado por EY prevé una ralentización en el crecimiento de los créditos, pasando del 5% en 2022, la mayor cifra en 14 años, a incrementos más modestos del 2,1% en 2023 y del 1,7% en 2024. Esta desaceleración se debe a la caída de la demanda de crédito en toda la región. La demanda de hipotecas, que representan una parte significativa del total de préstamos en el área del euro, se desacelerará al 1,4% de crecimiento en 2023, la tasa más baja desde 2014 y muy por debajo del crecimiento del 4,9% en 2022. Sin embargo, se espera un repunte en los años siguientes, alcanzando un crecimiento hipotecario del 2,5% en 2024, del 3% en 2025 y del 3,5% en 2026.