Es mas, se necesitarán más pruebas para confirmar que se ha reanudado la desinflación pero considera los dos últimos informes “como el inicio de ese proceso, que espera se mantenga hasta el verano”. Si se cumplen sus expectativas de inflación, cree que la Reserva Federal de EEUU podría empezar a recortar los tipos de interés ya en la reunión de septiembre.
De momento, el Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) se ajustó al guión en su última reunión y no modificó la política monetaria, al mismo tiempo que sugirió un único recorte de tipos para finales de 2024 en el «gráfico de puntos» del Resumen de Proyecciones Económicas (SEP). El SEP ofreció una “inusual combinación” de previsiones, con el crecimiento del PIB, el desempleo y la inflación previstos sin cambios hasta finales de 2024, pero con el FOMC embarcado en recortes de tipos; una “incongruencia” que dio lugar a múltiples preguntas en la conferencia de prensa sobre por qué no es apropiado recortar los tipos ahora si las mismas métricas macroeconómicas justificarían una relajación más adelante en el año. En la ronda de respuestas, Jerome Powell reconoció que, en retrospectiva, sería difícil para cualquiera identificar el impacto de un único movimiento de tipos de 25 puntos básicos en la economía estadounidense. “Estoy de acuerdo y diría que más importante que cuánto recorte los tipos la Fed este año es cuánto recorte en total a lo largo del ciclo. Espero un ciclo de relajación moderada, con el tipo de los fondos federales en un mínimo igual o superior al 3,5%, ya que la Fed responderá a una menor inflación más que a la debilidad económica. Los mercados implican ahora dos recortes de tipos de 25 puntos básicos en 2024 y otros cuatro recortes de 25 puntos básicos en 2025”.
Del resto de referencias conocidas durante la pasada semana, se destaca el descenso significativo en todos los parámetros de la encuesta preliminar de junio de la Universidad de Michigan sobre el sentimiento de la población; la imposición por parte de la Unión Europea de aranceles provisionales a las importaciones chinas de vehículos eléctricos superiores al aumento previsto del 15% al 20%; el anticipo por parte del Banco de Japón (BoJ) de una reducción de las compras de bonos en el futuro, sin detallar el alcance del endurecimiento cuantitativo (QT), así como de la posibilidad de una subida de tipos en julio; y los datos de inflación de China, que fueron ligeramente inferiores a lo previsto, con un IPC del 0,3% interanual y un IPP del -1,4% interanual, lo que supone el vigésimo mes consecutivo de deflación del IPP. A este respecto, las bajas tasas de inflación (una excepción entre las grandes economías) están provocadas por el exceso de capacidad y la insuficiencia de la demanda, y “es probable que esta situación, que sigue deteriorándose, aumente las tensiones comerciales entre China y sus socios comerciales, ya que el país asiático parece estar intentando exportar para salir del problema”.
Precisamente, los inversores estarán atentos en los próximos días al “diluvio” de datos económicos mensuales que publica China, entre los que se espera, que la producción industrial siga mostrando un crecimiento moderado (para los estándares chinos), y que las ventas al por menor se aceleren modestamente desde el “letárgico ritmo” de abril.
También se conocerán las ventas minoristas en EEUU, que podrían confirmar si el estrés financiero de los hogares está frenando el consumo (“las ventas en lo que va de año han decepcionado, mientras que el aumento de los saldos crediticios y las tasas de morosidad sugieren que a los consumidores les está costando más mantener el gasto”, señala el estratega), y los datos PMI de junio de la mayoría de las principales economías, cifras que podrían arrojar un deterioro en EEUU, aunque permanezcan en terreno expansivo, una mejora en la zona euro, y estabilidad en Reino Unido.
En Reino Unido se difundirán asimismo los datos de IPC y las ventas minoristas, para las que se pronostica un repunte intermensual del 1,6% (excluido el combustible para automóviles) tras los flojos resultados de abril (-2% intermensual). Finalmente, se da por hecho que el Banco de Inglaterra (BoE) mantendrá los tipos, pero los inversores buscarán señales sobre los próximos movimientos su política monetaria. “Es improbable que el BoE guíe a los mercados, sino que en su lugar destacará que sus decisiones dependen de los datos. Actualmente, los mercados prevén dos recortes de aquí a finales de año”.