Y continuó: «Esto es corrupción política. Tomar decisiones contra el interés general a cambio de beneficios personales no tiene otro nombre, es corrupción política». El candidato a la investidura apenas pestañeó en su escaño. Ni entonces ni cuando Feijóo pronosticó: «A usted la historia no le amnistiará». «Ni se inmuta. Para inmutarse haría falta un pudor que usted no tiene»,
Éste llegó a exhibir un dosier con todos los colectivos y entidades que se han posicionado en contra de la impunidad a los cabecillas del referéndum ilegal. «No tiene ningún derecho a humillarnos»; «el señor Sánchez no ha conseguido el apoyo de nadie, lo ha comprado, que es muy distinto»; «las ganas de comer del independentismo se han juntado con sus ganas de poder», sostuvo a lo largo de su intervención, como un taladro percutor.
También le dijo: «Cuando a usted le supere la legislatura no me busque», dando por hecho que le acabará superando. «Me comprometo con los españoles. España no se rinde», terminó, entre aplausos y gritos de «presidente» por parte de los diputados del PP.
Sánchez ya se había puesto la venda antes de la herida por la mañana, al quejarse de que «las derechas» no van a reconocer la legitimidad de su nuevo Gobierno, porque nunca lo han hecho antes. «Hablan de la ilegitimidad de todos aquellos que no son del PP».
El candidato a la investidura puso de relieve que, «a excepción del PP y de Vox» el resto del arco parlamentario votará a favor de su investidura. «Son 12.600.000 votos», presumió. Y le dio un consejo a Feijóo: «Como no rectifique acabarán perdiendo en 2027». En su réplica, Sánchez empleó más tiempo que Feijóo, aprovechando su tiempo ilimitado.
Se fue gustando el candidato a la investidura y se rio de su oponente por haber llegado a defender la «teoría» de que no es presidente por no ceder a las exigencias de Puigdemont. Y, con él, se rieron todos sus diputados. «Usted no es presidente porque no se lo permite la ultraderecha de Vox», añadió. «Usted es un falso moderado abrazado a la ultraderecha. Usted es un falso ganador y un real perdedor».
Feijóo no estuvo menos contundente en la contrarréplica. «Esa risa… usted no concibe que alguien pueda renunciar a ser presidente del Gobierno, cueste lo que cueste. Yo no soy presidente porque no me vendo ni vendo a los españoles», le replicó.
Y aclaró Feijóo, aunque ya auguró que no servirá de mucho: «Esta investidura va a culminar con un procedimiento constitucional y con una mayoría legítima. Lo diré cuantas veces sea necesario, aunque usted seguirá diciendo que no lo he hecho».