Sánchez compareció ante el Pleno del Congreso para dar cuenta de la crisis migratoria, pero el jefe de la oposición centró su intervención en la “enmienda de tapadillo” que Sumar introdujo en la reforma de la Ley Orgánica 7/2014 y que cumplirá con una de las reivindicaciones históricas del entorno de ETA. De hecho, la presidenta del Congreso, Armengol, le instó a referirse a la cuestión que figuraba en el orden día.
Feijóo reclamó a Sánchez que retire esta ley “que deja sin efecto más de 300 años de prisión para los condenados por terrorismo de ETA” y recordó que todavía “tiene cinco días” para dar marcha atrás “si le queda un mínimo de conciencia”. El Senado tiene hasta el 14 de octubre para tramitar la ley y solo el Ejecutivo puede evitar que entre en vigor, ya que el PP allanó el camino para su aprobación al no presentar vetos.
El líder del PP volvió a asumir su responsabilidad al no detectar esta enmienda de Sumar en el trámite parlamentario y dijo comprender que los españoles se sientan “decepcionados” con su partido. Pero advirtió a Sánchez de que “no es lo mismo un error, por injustificable que sea, que la bajeza moral de impulsar una ley” para rebajar las condenas a etarras “a sabiendas”.
En este contexto, y con Marimar Blanco presente en el hemiciclo, recriminó a Sánchez que el Gobierno no cumpliera su palabra con las víctimas del terrorismo, a las que el Gobierno prometió por escrito que no existía “ninguna iniciativa para modificar la regulación que se refiere a los efectos jurídicos de las resoluciones condenatorias dictadas en otros estados de la Unión Europea”.
Feijóo trató así elevar la presión contra Sánchez para intentar “retratarle”. La ofensiva arrancó en plena comparecencia del presidente del Gobierno, cuando la hermana de Miguel Ángel Blanco, concejal del PP asesinado por ETA en 1997, entró en el hemiciclo arrancando una ovación de la bancada popular que interrumpió la alocución del jefe del Ejecutivo durante un minuto.
A partir de ahí, el líder del PP se lanzó contra Pedro Sánchez, al que preguntó si la “dignidad” que defiende “significa presos por presupuestos” a costa del “dolor de las familias”. A continuación, leyó un correo electrónico que el Ministerio del Interior remitió a las asociaciones de víctimas el 1 de febrero del año 2022 en la que el Gobierno “garantizó que no habría atajos para quienes generan tanto dolor”.
“Les dio su palabra. ¿Tantos beneficios le da el poder como para que merezca la pena este legado?”, añadió Feijóo, quien avisó al PSOE: “Si no retiran ley ya pueden disfrutar de esta victoria miserable, pero no vuelvan a dar lecciones, ahí se quedan para siempre con el aplauso de Otegi, de Txapote y de los demás, quédense con ese aplauso y esos seis votos”.
Con todo ello, le dio tiempo a recalcar que las “victorias” de Bildu “siempre serán una derrota para la democracia y la decencia” antes de que Armengol le llamase a la cuestión de la comparecencia, que es la crisis migratoria de Canarias, y pidiera “educación” a la bancada del PP. “El presidente habló sin límite de tiempo sobre la dignidad de las personas que entran en España, y yo tengo derecho a hablar de la dignidad de los españoles asesinados por ETA y lo voy a hacer”, le replicó.
Feijóo introdujo también el caso judicial abierto a Begoña Gómez, la esposa de Sánchez, y reprochó al presidente del Gobierno que dé a La Moncloa “otros usos”. En este sentido, preguntó a Sánchez si la Audiencia Provincial de Madrid le “ha amargado la semana” al avalar la investigación del juez Juan Carlos Peinado y si ahora se “querellará contra los tres magistrados” que tomaron la decisión.
“España merece un gobierno de verdad que cumpla con sus obligaciones, que trabaje por los españoles, que recupere la idea de servicio de honradez y de limpieza política, que ofrezca un futuro de crecimiento e ilusión a nuestro país. España merece algo mejor”, añadió antes de tildar de “chapuza” la gestión de Sánchez, al que recriminó que tenga “medio centenar de leyes congeladas en la Cámara” y los Presupuestos prorrogados. Sobre materia fiscal, cuestionó además que Sánchez pueda apalabrar con la Comisión Europea un plan fiscal a siete años “si no puede comprometer su palabra para los próximos siete días”