Sin embargo, Fernández Gallar había cambiado de parecer semanas atrás y decide no seguir. En este 2023 el directivo cumple los 65 años, ante lo que ha preferido no abrir un nuevo ciclo en la empresa que lideran los hermanos Luis y Mauricio Amodio.
Si el CEO sale con compensación de la compañía, o no, depende de la decisión del consejo de administración sobre la activación de la cláusula de no competencia. De ponerse en pie, Fernández Gallar recibirá una indemnización por su marcha. A las 13,00 horas, con la noticia aún caliente, la acción de OHLA subía un 2,65%.
El grupo de infraestructuras inicia, de este modo, un proceso para la contratación de un consejero delegado “con experiencia en el sector de las infraestructuras y conocimiento tanto del mercado español como del internacional”, explican fuentes de la compañía. Esta labor de búsqueda en el mercado será llevada a cabo por una firma externa, al tiempo que no se descarta la promoción interna.
En la junta de accionistas celebrada esta mañana se ha decidido el refuerzo del papel de Luis y Mauricio Amodio dotando de funciones ejecutivas a sus cargos de presidente y vicepresidente, respectivamente. Pero las labores del día a día van a recaer en un hombre de su entera confianza, el director general corporativo, Tomás Ruiz, también mexicano y con mando en plaza, junto a Fernández Gallar, desde agosto de 2020. Ruiz desempeñará la dirección general hasta la contratación del nuevo consejero delegado, afirman fuentes cercanas al directivo.
OHLA también ha nombrado esta mañana al consejero independiente Francisco García como vicepresidente segundo y consejero coordinador. Además, se da entrada en el órgano de decisión a Ximena Caraza, que ocupa, como independiente, el puesto que deja Juan Villa-Mir como dominical. Seis de los diez miembros del consejo tienen ahora carácter independiente.
En el turno de intervenciones, el presidente de OHLA, Luis Amodio, ha reiterado el objetivo de ingresar este año más de 3.500 millones (3.260 millones en 2022), superar un ebitda de 125 millones (114 millones el año pasado), y continuar rebajando deuda hasta alcanzar una ratio de 2,5 veces ebitda. La contratación para el ejercicio vuelve a presupuestarse en un mínimo de 3.500 millones, pero ya rozó los 4.300 millones en un excepcional 2022. La junta se ha celebrado por vía telemática y apenas ha contado con una representación del 32,67% del capital. La celebración en segunda convocatoria no precisaba cuórum mínimo y tampoco había puntos en el orden del día que precisaran mayorías reforzadas.