El grupo de infraestructuras pone el broche a su polémico proceso de fusión con su filial, FISE, que implica el traslado de su sede social a Países Bajos, aunque mantendrá la cotización tanto en ambos países.
La compañía ha debutado en la plaza neerlandesa a un precio de 28,92 euros, el precio que marcó en España al cierre del jueves, muy cerca de máximos para la compañía, que se ha revalorizado más de un 10% desde que anunciara esta decisión. La firma ha recibido el espaldarazo de sus inversores, que no solo aprobaron la operación en la junta de accionistas casi al completo, sino que han empujado su cotización a máximos históricos. Estos se alcanzaron el pasado 22 de mayo, cuando la acción costaba 29,74 euros. Su anterior récord se alcanzó justo antes del estallido de la pandemia, el 19 de febrero de 2020, cuando sus títulos superaban los 30 euros.
La compañía resultante tras la fusión pasa a llamarse Ferrovial SE, tras «la fusión entre Ferrovial, como sociedad absorbida, y su filial íntegramente participada, Ferrovial International SE», como indica la entidad en un comunicado difundido este jueves, que fue el último día en el que el grupo cotizaba con denominación española.
Este objetivo es el paso previo para dar el salto a Wall Street, su objetivo final, que prevé materializar antes de acabar 2023, según su calendario. Estados Unidos es un mercado prioritario para la compañía, ya que el grueso de su negocio se encuentra en esta región, motivo en el que ha escudado la operación ante el revuelo y malestar que generó en el seno del Gobierno, que trató de frenar sin éxito los planes de Rafael del Pino, para que optara por salir a la Bolsa de Nueva York sin necesidad su sede en España. Sin embargo, después del cruce de acusaciones y la insistencia del grupo en que mover la sede a Países Bajos para facilitar su salida a bolsa en EEUU es el camino más seguro, fueron finalmente los accionistas los que el pasado 13 de abril refrendaron con una abultada mayoría los planes de traslado de la compañía, fundada en España en 1952.
El éxito de esta fusión estaba condicionado a que los derechos de separación que ejercieran los accionistas críticos a este traslado no superaran los 500 millones y a que hubiese certeza de que su incorporación a la Bolsa de Ámsterdam era factible. Después de que ningún accionista ejerciese el derecho de separación y vendiera sus acciones al grupo con pérdidas dado que la acción superaba en el mercado el precio acordado por Ferrovial, y una vez que se ha aprobado la cotización de sus acciones en Euronext Ámsterdam, las condiciones suspensivas se dan por superadas.
Con este proceso, la denominación social y comercial de FISE pasará a ser Ferrovial SE y las acciones de Ferrovial serán canceladas y a cada accionista del grupo se le otorgará un título nuevo por cada uno antiguo. En consecuencia, FISE adjudicará 724,5 millones de nuevas acciones, con un valor nominal de 0,01 euros por acción. Dado que la compañía tiene en autocartera 2,8 millones de títulos, al final el número total de acciones que serán admitidas a negociación en la Bolsa de Ámsterdam y en las plazas españolas será de 727 millones.
Con todo ello, Ferrovial ha reconocido ante el supervisor bursátil neerlandés un posible impacto fiscal «adverso» derivado del traslado de su sede Países Bajos, así como los efectos negativos que ello podría tener en su imagen corporativa y en su negocio. Estos son algunos de los posibles riesgos identificados por Ferrovial en el folleto de admisión a bolsa publicado en la víspera de su debut en la Bolsa de Ámsterdam. En concreto, advierten de la posibilidad de que las autoridades fiscales españolas dejen a la fusión fuera del régimen especial de neutralidad fiscal previsto en la Ley del Impuesto sobre Sociedades.
«Las autoridades fiscales españolas podrían considerar que la fusión queda fuera de la protección del régimen especial de neutralidad fiscal, lo que podría tener un efecto material adverso en el negocio, la situación financiera y los resultados de operaciones del grupo», recoge el documento. Desde la Agencia Tributaria han asegurado que si encuentran motivos económicos a este traslado, extenderá una exención fiscal que el Impuesto de Sociedades baraja para estos casos. Si no, Ferrovial tendrá una factura más que pagar, al margen de los 20 millones de euros que le ha costado todo este proceso.