Fuentes de la compañía han trasladado a Europa Press que, según la información disponible, para crear esa estructura hace falta dar primero solución a una serie de cuestiones técnicas y operativas, que incluye la compatibilidad tecnológica, rebalanceos, reconciliaciones de saldos o protocolos de información, entre otros. «Ello requiere tiempo y la voluntad de los operadores y reguladores implicados», ha justificado la empresa, concluyendo que «a día de hoy las sociedades cotizadas españolas no pueden cotizar en Estados Unidos con acciones ordinarias».
«Ferrovial debe proponer a sus accionistas alternativas reales y contrastadas, utilizadas con éxito por otras compañías europeas», han zanjado fuentes de la compañía, añadiendo que en otras jurisdicciones europeas –como en Países Bajos– esa doble cotización sí es posible. El viernes, fuentes de la CNMV explicaron a Europa Press que un análisis que llevó a cabo de forma conjunta con BME sí concluía que es posible que una cotizada española pueda solicitar su doble cotización en España y en Estados Unidos. «No se ha identificado ningún elemento que hiciese inviable esa posibilidad», sentenció el supervisor, aunque admitiendo que esta opción todavía no había sido puesta en práctica por ninguna empresa española.
Por eso Ferrovial se escuda en que «debe proponer a sus accionistas alternativas reales y contrastadas», algo que en este caso todavía no se ha hecho, tan solo a través de los llamados American Depositary Receipt (ADR), pero que no implican cotizar de forma directa en la bolsa estadounidense.
Ferrovial argumentó su traslado en que su cotización en Países Bajos facilitaría su debut bursátil en Estados Unidos. En dos semanas, los accionistas votarán esta propuesta y la compañía podría dejar de ser española antes del próximo mes de octubre, algo a lo que el Gobierno se ha opuesto frontalmente.