La operación está sujeta a la aprobación por parte de los accionistas, y también a que el importe total de las obligaciones resultantes del derecho de separación no exceda los 500 millones de euros, así como a que exista «certeza razonable de la doble admisión a negociación en los Países Bajos y España». Además, la firma realizará una solicitud de admisión a negociación en Estados Unidos.
El gobierno corporativo se mantendrá «en línea con lo actual, salvo por las modificaciones necesarias para adaptarlo a la normativa local o a las prácticas de mercado», por lo que no se contemplan cambios en los derechos de voto ni en el consejo de administración.
Tampoco se espera «un impacto en el negocio, la estrategia, los planes de inversión, la organización o la operativa diaria», y la empresa tiene la intención de que «España permanezca como principal fuente de desarrollo de talento».
«Si la fusión sale adelante, se prevé la recompra del bono híbrido por importe de 500 millones de euros. Se buscaría un reemplazo de este bono cuando se estabilicen las condiciones del mercado y sea posible conseguir financiación en condiciones más favorables», destaca la compañía, y agrega que «no se espera ninguna otra necesidad de refinanciación más allá de la necesaria para atender los derechos de separación eventuales».
La compañía espera que la aprobación por parte de los accionistas, y la consecuente consumación de la fusión, se produzca entre el segundo y el tercer trimestre del presente año, tras lo cual solicitará la admisión a negociación de sus títulos en Estados Unidos.