De este modo, en el último ejercicio se produjo una ralentización del ritmo de crecimiento de la nueva producción de crédito, que tras la crisis del coronavirus había repuntado rápidamente, en un contexto marcado por el incremento de la renta disponible de los hogares y la mejora de su situación financiera.
Por tipo de entidad, en 2023 el crédito concedido por las entidades de depósito se incrementó un 0,5%, hasta los 28.268 millones de euros. Esta cifra supuso el 54,9% del volumen total de inversión nueva, reduciéndose este porcentaje respecto al año anterior. Por su parte, los EFC y otras entidades especializadas en crédito al consumo ganaron cuota de mercado en el último año, al generar una inversión nueva de 23.189 millones de euros, el 45,1% del total, experimentando un aumento del 6,2% respecto a 2022.
La estabilidad económica, la mejora de la confianza de los consumidores, la contención de tipos de interés y los efectos de la inflación se han reflejado en una gran fortaleza de la demanda de préstamos al consumo en los nueve primeros meses del año 2024. Por el contrario, el volumen concedido a través de tarjetas de crédito de pago aplazado y el importe de descubiertos y líneas de crédito, especialmente este último, se han reducido significativamente en ese período.
Las previsiones al cierre del ejercicio 2024 apuntan a un aumento del 5% en el nuevo crédito total concedido por las entidades de depósito y los establecimientos financieros de crédito, hasta alcanzar los 54.100 millones de euros.
El negocio de crédito al consumo presenta una alta concentración. Así, los cinco primeros operadores reunieron de forma conjunta el 55% de la inversión nueva total en 2023, mientras que los diez líderes concentraron el 70%.